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jueves, 15 de abril de 2010

Incoherencias bíblicas - Jesús y los mercaderes del templo


Otro famoso pasaje de los evangelios que no se libra de las contradicciones es el que nos cuenta como Jesús expulsó a los mercaderes del templo en Jerusalén. Este relato aparece en los cuatro evangelios canónicos, sin embargo, existen contradicciones respecto al momento en el que tuvo lugar. Existen 3 versiones distintas:

1. Jesús expulsa a los mercaderes al comienzo de su ministerio:

Juan 2:11-16: "Esta fue la primera de las señales milagrosas que Jesús hizo (la conversión del agua en vino). Sucedió en Caná de Galilea. Así mostró su grandeza y sus seguidores creyeron en él. Después de esto, Jesús fue con su mamá, sus hermanos y sus seguidores a Capernaúm y se quedaron allí unos pocos días. Era casi la fecha de la Pascua judía, así que Jesús se fue a Jerusalén. En el área del templo, Jesús encontró a la gente vendiendo terneros, ovejas y palomas y también a los que cambian dinero sentados en sus mesas. Entonces Jesús hizo un látigo de cuerdas y echó a todos del área del templo junto con las ovejas y los terneros. Arrojó al suelo las monedas de los que cambian dinero y les volcó sus mesas. A los que estaban vendiendo palomas les dijo:
—¡Sáquenlas de aquí! ¡No hagan de la casa de mi padre una plaza de mercado!"

No es hasta diez capítulos más tarde cuando se relata la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén:

Juan 12:12-14: "La gran multitud que había venido a la fiesta oyó que Jesús iba a venir a Jerusalén. Tomaron ramas de los árboles y salieron a recibirlo, gritando: —¡Viva el Salvador!¡Bendito el que viene en el nombre del Señor, el rey de Israel! Jesús encontró un burro y se montó en él, como está escrito."

2. Jesús expulsa a los mercaderes el día siguiente a su entrada triunfal en Jerusalen (Marcos):

Marcos 11:7-17: "Entonces llevaron el burro a Jesús. Pusieron la ropa de ellos encima y Jesús se sentó. Mucha gente extendió sus mantos en el camino. Otros cortaban ramas de los árboles y las extendían en el camino. Los que iban adelante y los que iban atrás gritaban:
—¡Viva el Salvador! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el reino que viene, el reino de nuestro padre David! ¡Viva Dios que está en los cielos!
Jesús entró a Jerusalén y fue al templo. Miró por todos lados y como ya era tarde se fue para Betania con los doce. Al día siguiente, cuando salían de Betania, a Jesús le dio hambre. [...]. Entonces llegaron a Jerusalén y Jesús entró en el área del templo. Empezó a echar a los que estaban comprando y vendiendo cosas allí. Derribó las mesas de los que cambiaban dinero y las bancas de los que vendían palomas. No permitió que nadie entrara en el área del tem- plo cargando mercancías. Jesús comenzó a enseñarles: —¿Acaso no está escrito: “Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones”? ¡Pero ustedes la han convertido en una “guarida de ladrones”!".

3. Jesús expulsa a los mercaderes el mismo día de su entrada triunfal en Jerusalén (Lucas y Mateo):

Lucas 35-46: "Le trajeron el burrito a Jesús. Los seguidores pusieron sus mantos sobre el burrito y ayudaron a Jesús a montarlo. Mientras Jesús avanzaba, la gente extendía sus mantos en el camino. Jesús ya estaba muy cerca de Jerusalén, en la bajada del monte de los Olivos. Todo el grupo de seguidores comenzó a gritar de alegría y a alabar a Dios por los muchos milagros que habían visto. Ellos decían:
—¡Bendito el rey que viene en el nombre del Señor!
—¡Paz en el cielo y gloria a Dios!
Algunos de los fariseos que estaban en la multitud le dijeron:
—Maestro, ¡diles a tus seguidores que no digan esas palabras!
Jesús les dijo:
—Les aseguro que si ellos se callan, las piedras gritarán.
Cuando Jesús estaba a punto de entrar a Jerusalén y vio la ciudad, lloró por ella [...] Jesús entró en el área del templo y empezó a echar a la gente que estaba comerciando. Les dijo:
—Está escrito: “Mi casa será una casa de oración”, ¡pero ustedes la han convertido en una “guarida de ladrones”!".

Mateo 21: 1-13: "Trajeron la burra y el burrito, pusieron sobre ellos su ropa y Jesús se sentó encima. Mucha gente extendía sus mantos sobre el camino. Otros cortaban ramas de los árboles y las extendían en el camino. Los que caminaban al frente de él y los que lo seguían, gritaban:
—¡Viva el Salvador, el Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!
—¡Viva Dios que está en los cielos!
Cuando Jesús entró a Jerusalén, toda la ciudad se alborotó. Unos preguntaban:
—¿Quién es este hombre? La gente contestaba: —Este es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea. Entonces Jesús entró al área del templo. Comenzó a echar a todos los que estaban comprando y vendiendo ahí. Volteó las mesas de los que cambiaban dinero y los asientos de los que vendían palomas. Jesús les dijo: —Está escrito: “Mi casa será llamada casa de oración”.¡Pero ustedes la están convirtiendo en una “guarida de ladrones”!".

jueves, 7 de enero de 2010

La última cena - Incoherencias bíblica

Ya vimos hace tiempo como el relato de la resurrección de Jesús, probablemente el más importante para el cristianismo, es uno de los más desastrosamente narrados de toda la Biblia, con versiones totalmente contradictorias en cada uno de los evangelios. En esta ocasión nos referiremos a otra contradicción importante que tiene que ver con la famosa última cena.

Según los evangelios sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas) la última cena de Jesús era la tradicional cena de la Pascua judía, sin embargo, según el evangelio de Juan se trataba de la cena del día anterior y Jesús murió antes de poder celebrar la cena de Pascua.

Marcos 14:12-18. y Mateo 26:17-21.

"El primer día de la fiesta de los panes ácimos, cuando se inmolaba la víctima pascual, los discípulos dijeron a Jesús: «¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la comida pascual?». El envió a dos de sus discípulos, diciéndoles: «Vayan a la ciudad; allí se encontrarán con un hombre que lleva un cántaro de agua. Síganlo, y díganle al dueño de la casa donde entre: El Maestro dice: «¿Dónde está mi sala, en la que voy a comer el cordero pascual con mis discípulos?». El les mostrará en el piso alto una pieza grande, arreglada con almohadones y ya dispuesta; prepárennos allí lo necesario». Los discípulos partieron y, al llegar a la ciudad, encontraron todo como Jesús les había dicho y prepararon la Pascua. Al atardecer, Jesús llegó con los Doce. Y mientras estaban comiendo, dijo: «Les aseguro que uno de ustedes me entregará, uno que come conmigo»."

La simple lectura del texto ya da a entender que la comida que están tomando es la cena de Pascua, sobre todo si tenemos en cuenta que es precisamente al atardecer del primer día de los panes ácimos cuando debe celebrarse esta cena según la tradición judía. Pero si existiese alguna duda la versión de Lucas es más explícita.

Lucas 22:13-16

"Los discípulos partieron, encontraron todo como Jesús les había dicho y prepararon la Pascua. Llegada la hora, Jesús se sentó a la mesa con los Apóstoles y les dijo: «He deseado ardientemente comer esta Pascua con ustedes antes de mi Pasión, porque les aseguro que ya no la comeré más hasta que llegue a su pleno cumplimiento en el Reino de Dios»."

Aquí las pocas dudas que pudiesen quedar desaparecen y queda del todo claro que Jesús esta tomando su última cena de Pascua con sus discípulos.

Por el contrario, en el evangelio de Juan encontramos varias referencias que nos permiten deducir con claridad que la última cena tuvo lugar la noche anterior, es decir, la noche antes del primer día de los panes ácimos.

Juan 13:27-30

"En cuanto recibió el bocado, Satanás entró en él (Judas). Jesús le dijo entonces: «Realiza pronto lo que tienes que hacer». Pero ninguno de los comensales comprendió por qué le decía esto. Como Judas estaba encargado de la bolsa común, algunos pensaban que Jesús quería decirle: «Compra lo que hace falta para la fiesta», o bien que le mandaba dar algo a los pobres. Y en seguida, después de recibir el bocado, Judas salió. Ya era de noche."

Este pasaje hace referencia a la última cena de Jesús y en el queda claro que no es la cena de Pascua, ya que la fiesta de la que se habla es claramente la Pascua que esta por venir. Merece la pena aclarar que en este evangelio no se hace ninguna referencia al famoso señor con el cántaro de agua ni a ninguna preparación de la comida de Pascua por parte de los discípulos. En cualquier caso, si existe alguna duda al respecto una cita posterior nos lo deja más claro.

Juan 18:28

"Desde la casa de Caifás llevaron a Jesús al pretorio. Era de madrugada. Pero ellos no entraron en el pretorio, para no contaminarse y poder así participar en la comida de Pascua."

Aquí la última cena de Jesús ya se ha producido, ya ha ido a orar al huerto, ha sido entregado por Judas y detenido. A lo largo de la noche ha sido interrogado por los sumos sacerdotes, y al amanecer, justo antes de que cante el gallo, Pedro ya le ha negado tres veces. Sin embargo los judíos que llevan a Jesús ante Pilatos no entran en el juzgado romano para no contaminarse, y así poder celebrar la Pascua que, evidentemente, aún no ha tenido lugar. Pero para disipar cualquier duda Juan termina por confirmar que Jesús fue crucificado el día de preparación para la Pascua (el primer día de los panes ácimos), cuando como acabamos de ver, el resto de evangelios sitúan la última cena en la noche de este mismo día.

Juan 19:14-15

"Era el día de la Preparación de la Pascua, alrededor del mediodía. Pilato dijo a los judíos: «Aquí tienen a su rey». Ellos vociferaban: «¡Que muera! ¡Que muera! ¡Crucifícalo!». Pilato les dijo: «¿Voy a crucificar a su rey?». Los sumos sacerdotes respondieron: «No tenemos otro rey que el César»."

Creo que el conflicto entre los evangelios vuelve a estar claro en este caso, la mejor prueba de ello, más allá de los propios textos, es que en el intento de conciliar los cuatro evangelios algunos cristianos optan por reinterpretar los sinópticos y otros prefieren reinterpretar a Juan. Esto deja en evidencia la existencia de un conflicto y en mi opinión hay poco margen para reinterpretaciones.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Incoherencias bíblicas - El nacimiento en Belén


En entradas anteriores de este blog ya hemos mencionado varias incoherencias bíblicas que dejan claro el carácter mitológico del nacimiento de Jesús. Los dos únicos evangelios canónicos que relatan este episodio se contradicen respecto a la genealogía de Jesús y en cuanto al momento de su nacimiento. También se incluyen detalles incompatibles con el registro histórico o absurdos desde un punto de vista lógico, como la visita de los magos de oriente y la posterior matanza de inocentes. Pero esto no es todo, de hecho ambos relatos son dos historias totalmente distintas e incoherentes entre sí, la única cosa que tienen en común es el objetivo de situar el nacimiento de Jesús en Belen para que se cumpla la profecía de Miqueas 5:1-2. Parece ser, dado que todos los evangelios coinciden en ese punto, que la persona real en la que podría basarse el mito de Jesús procedía de Galilea, y por aquel entonces existían dos creencias populares, que el Mesías nacería en Belén y que ningún profeta puede venir de Galilea (Juan 7:52), por lo tanto, inventar un relato que situase el nacimiento de Jesús en Belen era algo importante para algunos de los primeros cristianos, el problema radica en que cada autor inventó excusas distintas. Veamos las principales diferencias:

Evangelio de Mateo (Mateo 2: 1-23):

José y María vivían originalmente en Belén de Judea y fue allí donde nació Jesús, no se hace referencia a ningún censo imperial, ni a ningún pesebre, establo, cueva ni nada parecido, sino a la propia casa de José. Tras el nacimiento, dado que el rey Herodes pretendía matar a todos los niños de la región (acontecimiento que no se menciona en ningún documento histórico), la familia de Jesús tuvo que exiliarse a Egipto (otro capítulo inventado para el cumplimiento de una profecía) y posteriormente, por miedo a que Arquelao, el hijo de Herodes, continuase siendo una amenaza, decidieron no volver a su casa en Belén y trasladarse en su lugar a Nazaret, en Galilea.

"Cuando vieron la estrella se llenaron de alegría, y al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le rindieron homenaje. Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones, oro, incienso y mirra." (Mateo 2:10-11)

"José se levantó, tomó al niño y a su madre, y entró en la tierra de Israel. Pero al saber que Arquelao reinaba en Judea, en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allí y, advertido en sueños, se retiró a la región de Galilea, donde se estableció en una ciudad llamada Nazaret. Así se cumplió lo que había sido anunciado por los profetas: "Será llamado Nazareno" (Mateo 2:21-23).

Evangelio de Lucas (Lucas 2: 1-39):

José y María vivían originalmente en Nazaret (Galilea) pero a causa de un censo ordenado por el Cesar Augusto, con Quirino como gobernador de Siria (cargo que realmente ocupó 10 años después de la muerte de Herodes), se vieron forzados a desplazarse a Belén para inscribirse (en realidad los censos no exigían desplazarse a ningún sitio). Coincidió que estando allí María dio a luz a Jesús en un pesebre, dado que allí no tenían vivienda ni había espacio en el albergue. Días después del nacimiento se desplazaron a Jerusalén para cumplir con el rito de purificación del niño sacrificando un par de tórtolas y de pichones en el templo. Una vez cumplido el ritual regresaron a su casa en Nazaret, no se menciona matanza ni exilio a Egipto por ningún lado.

"José, que pertenecía a la familia de David, salió de Nazaret, ciudad de Galilea, y se dirigió a Belén de Judea, la ciudad de David" (Lucas 2:4)

"Ocho días después, llegó el tiempo de circuncidar al niño y se el puso el nombre de Jesús, nombre que le había sido dado por el Angel antes de su concepción. Cuando llegó el día fijado por la Ley de Moisés para la purificación, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor, [...] Después de cumplir todo lo que ordenaba la Ley del Señor, volvieron a su ciudad de Nazaret, en Galilea."(Lucas 2:21-22, 39)

Es evidente que cada uno de los autores inventó de un modo totalmente independiente historias distintas para situar el nacimiento de Jesús en Belén (Judea) en lugar de en su lugar de procedencia original, Nazaret (Galilea). El autor del evangelio de Mateo ideo una masacre ordenada por Herodes como la causa de que la familia de Jesús tuviese que desplazarse a Nazaret mientras que Lucas utilizó un famoso censo realizado por Quirino como excusa para que la familia de Jesús tuviese que desplazarse a Belén. Como ya hemos visto anteriormente ambas referencias históricas son totalmente incompatibles.

Pero eso no es todo, la profecía que supuestamente debía cumplirse (Miqueas 5:1-2) esta totalmente tergiversada y sacada de contexto. En realidad Miqueas no habla en ningún momento de la ciudad de "Belén de Judea", tal y como erróneamente se cita en Mateo, sino de una persona, Belén de la casa de Efratá, (solo hay que comparar la cita aparecida en Mateo 2:6 con la frase orginal de Miqueas 5:1 para ver el cambio). Las referencias a un hombre llamado Belén de la casa de Efratá se encuentran también en el primer libro de las crónicas (1 Crónicas 2:50-54) y es a la descendencia de esta casa a la que se refiere Miqueas. Más aún, el líder profetizado por Miqueas no se refiere al Mesías, solo hay que seguir leyendo la profecía (Miqueas 5:5-6) para ver que se refiere al nacimiento de un jefe militar que derrotará a los Asirios. El hecho de que la gran derrota de los Asirios nunca tuviese lugar podría ser suficiente para desestimar las habilidades proféticas de Miqueas.

En resumen, el grado de distorsión, contradicciones e incoherencias en los relatos referidos al nacimiento de Jesús son tantos y tan graves que uno solo puede concluir que se trata de leyendas inventadas por los primeros cristianos para intentar fortalecer la imagen de Jesús como Mesías. De hecho, la credibilidad de todos los evangelios queda inmediatamente en cuestión.

domingo, 22 de noviembre de 2009

La muerte de Judas - Incoherencias bíblicas


La muerte de Judas es otra de las grandes incoherencias del Nuevo Testamento. Este episodio es descrito en el Evangelio de Mateo y en los Hechos de los apóstoles pero las diferencias entre ambos relatos son más que notables:

- Judas, el que lo entregó, viendo que Jesús había sido condenado, lleno de remordimiento, devolvió las treinta monedas de plata a los sumos sacerdotes y a los ancianos, diciendo: «He pecado, entregando sangre inocente». Ellos respondieron: «¿Qué nos importa? Es asunto tuyo». Entonces él, arrojando las monedas en el Templo, salió y se ahorcó. Los sumos sacerdotes, juntando el dinero, dijeron: «No está permitido ponerlo en el tesoro, porque es precio de sangre». Después de deliberar, compraron con él un campo, llamado «del alfarero», para sepultar a los extranjeros. Por esta razón se lo llama hasta el día de hoy «Campo de sangre». (Mateo 27:3-8)

- Él (Judas) era uno de los nuestros y había recibido su parte en nuestro ministerio. Pero después de haber comprado un campo con el precio de su crimen, cayó de cabeza, y su cuerpo se abrió, dispersándose sus entrañas. El hecho fue tan conocido por todos los habitantes de Jerusalén, que ese campo fue llamado en su idioma Hacéldama, que quiere decir: «Campo de sangre». (Hechos 1:17-19)

Creo que la incompatibilidad de ambos textos es evidente para cualquiera que sepa leer pero por si acaso vamos a destacar los puntos conflictivos:

- Según Mateo, Judas se arrepiente de haber traicionado a Jesús y devuelve las monedas a los sumos sacerdotes tirándolas en el templo. Según el libro de los Hechos, sin embargo, Judas se queda con las monedas y las utiliza para comprar un campo.

- Según Mateo, Judas se suicida ahorcándose en algún lugar indefinido antes de que los sumos sacerdotes compren un campo con las monedas que él tiró en el templo. En cambio, según el libro de los Hechos es Judas mismo el que compra un campo en el que sufrirá una caída accidental que le causa la muerte.

- En el Evangelio de Mateo se explica que el campo que compraron los sumos sacerdotes con las monedas que tiró Judas se llamó a partir de entonces "Campo de Sangre" porque esas monedas habían sido el precio por la sangre de un reo que sería ejecutado (Jesús). La explicación en los Hechos de los apóstoles es totalmente distinta. El campo que compró Judas con sus monedas se llamaría "Campo de sangre" porque en él se desparramaron las vísceras de este tras una caída que le ocasiona la muerte.

Una vez más nos encontramos con una evidencia clara de que las "Sagradas Escrituras" en lugar de ser la palabra de algún dios o fruto de la inspiración divina son una recopilación de lo que alguien dijo que alguien le había dicho que había oído que se decía que....

sábado, 31 de octubre de 2009

Incoherencias bíblicas - El nacimiento de Jesús


Otra importante incoherencia bíblica es la referente al momento en el que nace Jesús, una vez más, los dos únicos evangelios canónicos que mencionan este acontecimientos se contradicen uno al otro y dejan en evidencia que más que un texto de inspiración divina son una recopilación de rumores y leyendas:

En "Mateo 2:1" leemos lo siguiente en tres traducciones distintas:

"Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén."

"Jesús nació en Belén de Judea, cuando gobernaba el rey Herodes. Después de su nacimiento, llegaron a Jerusalén unos sabios de oriente."

"Cuando nació Jesús, en Belén de Judea, bajo el reinado de Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén

Mientras que en "Lucas 2:1-7" leemos esto otro:

"Sucedió que por aquellos días salió un edicto de César Augusto ordenando que se empadronase todo el mundo. Este primer empadronamiento tuvo lugar siendo gobernador de Siria Cirino. [...] Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito..."

"En esos días el emperador Augusto ordenó que se levantara un censo en todo el mundo habitado. Este primer censo se levantó cuando Cirenio era el gobernador de Siria. [...] mientras estaban allí, llegó el momento de que diera a luz. Al nacer de su hijo primogénito..."

"En aquella época apareció un decreto del emperador Augusto, ordenando que se realizara un censo en todo el mundo. Este primer censo tuvo lugar cuando Quirino gobernaba la Siria. Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; y María dio a luz a su Hijo primogénito."

Ahora veamos la contradicción histórica:

El evangelio de Mateo da más información, concretamente en Mateo 2:22 leemos lo siguiente en referencia a la vuelta de la familia de Jesús desde Egipto "Pero cuando José supo que el rey de Judea ya no era Herodes, sino su hijo Arquelao le dio miedo ir allá". Este dato nos confirma que el Herodes al que se hace referencia en Mateo 2:1 era Herodes I el Grande, padre de Arquelao que murió en el año 4 A.C. y, por lo tanto, según este evangelio Jesús debió nacer antes de esa fecha.

Ahora bien, si al que hacemos caso es a Lucas nos encontramos con una situación distinta. Quirino fue nombrado gobernador de Siria en el año 6 D.C. y en ese mismo año recibe el encargo del emperador Augusto de realizar un censo de Siria y Judea con fines recaudatorios. No existe ninguna referencia histórica a un censo de todo el imperio, como afirma el evangelio de Lucas, pero si existen referencias históricas a este censo de Quirino, famoso por la fuerte oposición que encontró entre los habitantes de aquellas provincias. Por lo tanto, según el evangelio de Lucas Jesús debió nacer en una fecha igual o ligeramente posterior al año 6.

Conclusión, según los evangelios Jesús nació en dos ocasiones distintas separadas entre si por al menos 10 años... eso sí es un milagro.

domingo, 25 de octubre de 2009

La genealogía de Jesús


Una de las incoherencias más conocidas de la Biblia es la referida a la genealogía de Jesús. De los cuatro evangelios canónicos solo los de Mateo y Lucas se ocupan de este asunto y lo hacen de forma absolutamente distinta. Mateo enumera a los antepasados de Jesús desde Abraham, mientras que Lucas se retrotrae hasta la mismísima creación de Adán. Los personajes citados desde Abraham a David coinciden en ambos evangelios pero a partir de David las diferencias son más que notables:

Según Mateo 1:6-16 los antepasados de Jesús desde David hasta José son los siguientes:

David > Salomón > Roboam > Abías > Asá > Josafat > Joram > Ozías > Joatam > Acaz > Ezequías > Manasés > Amón > Josías > Jeconías (destierro en Babilonia) > Salatiel > Zorobabel > Abiud > Eliacim > Azor > Sadoc > Aquim > Eliud > Eleazar > Matán > Jacob > José > Jesús

a esto se añade el siguiente comentario por parte del evangelista "El total de las generaciones es, por lo tanto: desde Abraham hasta David, catorce generaciones; desde David hasta el destierro en Babilonia, catorce generaciones; desde el destierro en Babilonia hasta Cristo, catorce generaciones."

Sin embargo, Lucas 3:21-31 describe la siguiente genealogía:

David > Natán > Matatá > Mená > Meleá > Eliaquim > Jonam > José > Judá > Angel > Leví > Matat > Jorim > Eliezer > Jesús > Er > Elmadam > Cosam > Adí > Melquí > Nerí > Salatiel > Zorobabel > Resá > Joanán > Iodá > Iosec > Semein > Matatías > Maat > Nagai > Eslí > Naúm > Amos > Matatías > José > Janai > Melquí > Leví > Matá > Eli > José > Jesús

Los únicos nombres que coinciden en ambas listas son Salatiel y Zorobabel, además, teniendo en cuenta que entre Jesús y David hay una diferencia de unos 1000 años, la lista presentada en Mateo resulta llamativamente corta. Son varias las explicaciones con las que se ha intentado solventar esta posible incoherencia:

1 - Para explicar la diferencia significativa en el número de antepasados que aparecen en cada lista se suele argumentar que en ambas, pero especialmente en Mateo, se han omitido varias generaciones de las que se tienen noticias por otras fuentes. Sin embargo, si el autor hubiese omitido esas generaciones de forma intencionada no tendría ningún sentido la referencia posterior al número de generaciones TOTALES entre David y Jesús, ya que el autor sabría de antemano que la lista había sido modificada y era incompleta.

2 - El argumento que se utiliza de forma más recurrente para explicar la total divergencia de las dos genealogías es que, en realidad, la genealogía presentada en Lucas se corresponde con los antepasados de María, la madre de Jesús, y no con los de José. El autor, sin embargo, habría evitado mencionar a María debido a que en aquella época no habría estado bien visto referirse a la linea materna. Por eso se afirma que Elí era el padre de José, aunque en realidad sería su suegro. A mi modo de ver, esta explicación tampoco es satisfactoria, ya que el evangelio esta plagado de pasajes que a buen seguro no eran bien vistos en aquella época, se habla de un Jesús amigo de cobradores de impuestos, prostitutas y pecadores en general, de un hombre despreciado por la elite religiosa judía, de un Jesús que es objeto de habladurías en las que se le tacha de loco o de servir al diablo y que muere humillado y torturado aun siendo hijo de Dios... no parece que hacer referencia a su línea materna fuese a suponer un gran escándalo después de todo eso. De hecho, la idea de que la genealogía descrita en Lucas podría pertenecer a María no fue sugerida hasta el siglo V y fue rechazada por los "padres" de la Iglesia.

3 - Los intentos alternativos por armonizar ambas genealogías son algo más complejos y rebuscados, se ha propuesto que Matán se habría casado con una mujer llamada Estha, que sería la madre de Jacob. Tras la muerte de Matán, su viuda Estha se habría casado con Matá y juntos habrían tenido a Elí, por lo que Jacob y Elí serían hermanos por parte de madre. Posteriormente Elí habría muerto sin descendencia y su esposa se habría casado según la ley judía con Jacob, el medio hermano de su difunto marido, y ambos habrían sido padres de José, que al mismo tiempo sería considerado hijo "legal" del fallecido Elí. De este modo se explicaría que José tenga distintos padres en cada evangelio. Creo que este argumento ni siquiera merece un comentario.

Pero incluso siendo muy generosos y dando por buenos estos (forzados) argumentos nos encontramos ante un problema mayor. Como decíamos al principio, la genealogía de Lucas enumera la ascendencia de Jesús desde su "padre" hasta Adán pasando por Noé. Si dar credibilidad a estas genealogías implica dar credibilidad a la creación de Adán descrita en el Génesis, al diluvio universal en el que solo sobreviven Noé y sus hijos y a una antigüedad de la tierra de entre 4000 y 6000 años la cosa va a estar muy difícil de justificar para los cristianos modernos.

jueves, 17 de septiembre de 2009

Apócrifos II - ¿Cristianismo homicida? Ananías y el hijo de Anás


Otro de los argumentos que suelen emplearse para desacreditar a los textos cristianos apócrifos frente a los canónicos es que en los primeros aparece un Jesús vengativo, que llega a castigar con la muerte a quien lo ofende. Sin embargo, una lectura completa de los textos canónicos, aquellos en los que según la Iglesia Católica se recoge solo la verdad revelada por Dios, encontramos que la muerte como castigo no es exclusiva de los textos apócrifos. Comparemos un episodio de la infancia de Jesús descrito en el evangelio apócrifo de Pseudo-Tomás con el relato que aparece en el texto canónico de los Hechos de los Apóstoles.

EL HIJO DE ANÁS (Apócrifo de Pseudo-Tomás)

Y el hijo de Anás el escriba estaba allí con José; tomó una rama de sauce e hizo que corriesen las aguas que Jesús había recogido. Y Jesús, viendo lo sucedido, se enfadó y le dijo: ¡Oh, malvado, impío e ignorante! ¿qué daño te han hecho los charcos y las aguas? mira, ahora quedarás seco como un árbol, y no darás ni hojas, ni raíces ni frutos. E inmediatamente el niño quedo seco. Y Jesús se marchó a la casa de José. Pero los padres del niño que había sido secado lo tomaron, lamentando su juventud, y lo llevaron ante José y le reprocharon el tener un hijo que hacía semejantes cosas.

ANANÍAS Y SU MUJER (Hechos 5: 1-11)

Un hombre llamado Ananías, junto con su mujer, Safira, vendió una propiedad, y de acuerdo con ella, se guardó parte del dinero y puso el resto a disposición de los Apóstoles. Pedro le dijo: «Ananías, ¿por qué dejaste que Satanás se apoderara de ti hasta el punto de engañar al Espíritu Santo, guardándote una parte del dinero del campo? ¿Acaso no eras dueño de quedarte con él? Y después de venderlo, ¿no podías guardarte el dinero? ¿Cómo se te ocurrió hacer esto? No mentiste a los hombres sino a Dios». Al oír estas palabras, Ananías cayó muerto. Un gran temor se apoderó de todos los que se enteraron de lo sucedido. Vinieron unos jóvenes, envolvieron su cuerpo y lo llevaron a enterrar. Unas tres horas más tarde, llegó su mujer, completamente ajena a lo ocurrido. Pedro le preguntó: «¿Es verdad que han vendido el campo en tal suma?». Ella respondió: «Sí, en esa suma». Pedro le dijo: «¿Por qué se han puesto de acuerdo para tentar así al Espíritu del Señor? Mira junto a la puerta las pisadas de los que acaban de enterrar a tu marido; ellos también te van a llevar a ti». En ese mismo momento, ella cayó muerta a sus pies; los jóvenes, al entrar, la encontraron muerta, la llevaron y la enterraron junto a su marido. Un gran temor se apoderó entonces de toda la Iglesia y de todos los que oyeron contar estas cosas.

El episodio descrito en el texto canónico es muy ilustrativo en cuanto a los orígenes del cristianismo ¿hay algo más parecido a lo que hoy llamamos sectas? Se insta a sus seguidores a vender sus bienes y entregar todos sus beneficios a la comunidad bajo amenaza de grandes desgracias mediadas por el Espíritu Santo, incluida la muerte.

En cuanto a los textos apócrifos, una cosa queda clara, durante los primeros siglos del cristianismo se escribieron numerosos relatos referidos a la vida de Jesús y se recopilaron numerosos dichos, parábolas y recomendaciones atribuidas a su persona, todo basado en leyendas, mitos, cuentos, rumores, etc, etc. Cuando llegó el momento en el que el cristianismo alcanzó una posición de privilegio en el Imperio Romano hubo necesidad de crear una figura de Jesús con unas características determinadas, para ello se seleccionaron los textos que podían servir a ese propósito y fueron nombrados por decreto verdad absoluta mientras que cualquier versión incómoda o extremadamente fabulosa fue descartada también por decreto. La figura de Jesús en la que hoy creen los cristianos es simplemente el resultado de ese trabajo de marketing realizado en el siglo IV.

domingo, 23 de agosto de 2009

La matanza de los inocentes


Uno de los cuentos que más me gustaba de pequeño era el de los tres reyes magos (o sabios de oriente) que acudían a adorar a Jesús recién nacido guiados por una estrella. Cuando a uno se la cuentan de pequeño le queda claro lo bueno que es Dios, que avisa a los magos en sueños para que no le cuenten al malvado rey Herodes el lugar en el que se encuentra el niño. Obviamente, todo cambia (o debería cambiar) cuando uno lee la historia desde una perspectiva adulta y racional. Recordemos la historia tal y como la cuenta el Evangelio de Mateo, el único que la menciona (Mt 2: 1-16):

Cuando nació Jesús, en Belén de Judea, bajo el reinado de Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén y preguntaron: «¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorarlo». Al enterarse, el rey Herodes quedó desconcertado y con él toda Jerusalén. Entonces reunió a todos los sumos sacerdotes y a los escribas del pueblo, para preguntarles en qué lugar debía nacer el Mesías. «En Belén de Judea, –le respondieron–, porque así está escrito por el Profeta: "Y tú, Belén, tierra de Judá, ciertamente no eres la menor entre las principales ciudades de Judá, porque de ti surgirá un jefe que será el Pastor de mi pueblo, Israel"».

Herodes mandó llamar secretamente a los magos y después de averiguar con precisión la fecha en que había aparecido la estrella, los envió a Belén, diciéndoles: «Vayan e infórmense cuidadosamente acerca del niño, y cuando lo hayan encontrado, avísenme para que yo también vaya a rendirle homenaje». Después de oír al rey, ellos partieron. La estrella que habían visto en Oriente los precedía, hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el niño. Cuando vieron la estrella se llenaron de alegría, y al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le rindieron homenaje. Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones, oro, incienso y mirra. Y como recibieron en sueños la advertencia de no regresar al palacio de Herodes, volvieron a su tierra por otro camino.

Después de la partida de los magos, el Angel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y permanece allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo». José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto. Allí permaneció hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por medio del Profeta: "Desde Egipto llamé a mi hijo". Al verse engañado por los magos, Herodes se enfureció y mandó matar, en Belén y sus alrededores, a todos los niños menores de dos años, de acuerdo con la fecha que los mayor le habían indicado.

Esta claro que Dios no estuvo muy rápido ¿Por qué no avisó a los magos ANTES de que llegasen al palacio de Herodes? ¿A que venía esa misteriosa estrella? ¿Solo estaba para que tres magos llevasen al niño oro, incienso y mirra? ¿Tan importantes eran esos regalos? ¿No podía haberse ahorrado este numerito de la estrella y los magos sabiendo las terribles consecuencias que iba a tener?.

Este episodio del nacimiento de Jesús, claramente inventado, tenía como objetivo justificar la huida de la familia de Jesús hacia Egipto (algo que no menciona ningún otro evangelista) para que se cumpliese una profecía "De Egipto llamé a mi hijo" (Oseas 11:1) y del mismo modo la supuesta matanza de inocentes pretende ser el cumplimiento de otra profecía "Se oyó un sonido en Ramá, sonido de llano y dolor. Era Raquel que lloraba por sus niños y no quería que la consolaran porque ellos ya estaban muertos" (Jeremías 31:15). El autor no debió darse cuenta de que Dios no quedaba en muy buen lugar después de un relato tan absurdo e innecesario. Tras este intento desesperado por demostrar la identidad mesiánica de Jesús el autor queda como un mentiroso y el resto del texto pierde la poca credibilidad que alguno le quiera dar.

sábado, 22 de agosto de 2009

La incomprensible indiferencia


Cualquier persona que se tome los Evangelios como documentos veraces debería cuestionarse si es realmente posible que la gente de aquella época permaneciese impasible ante los acontecimientos extraordinarios que se narran en ellos ¿Es que por aquel entonces aún no existía la capacidad de asombro?

Empezando por el rocambolesco relato del nacimiento de Jesús, si tomamos conjuntamente los evangelios de Mateo y Lucas (los únicos que lo mencionan, cada uno de forma muy diferente) observamos que tanto los padres de Jesús (José y María) como los padres de Juan el Bautista (Isabel y Zacarias) recibieron visitas de ángeles anunciándoles el nacimiento de sus respectivos hijos, su importancia y su misión. Tres magos de oriente conocían también la naturaleza excepcional de Jesús desde su nacimiento y fueron a adorarle. Incluso a unos pastores que estaban por allí se les apareció ¡el ejército celestial! ¡nada menos! para decirles que encontrarían al Cristo en un pesebre y fuesen a adorarlo, y no solo eso, contaron la historia a más gente que quedaba maravillada. Incluso el rey de la región, Herodes, creyó en la historia de los magos y compartió su preocupación con los sumos sacerdotes y escribas. También un tal Simeón y una profetisa llamada Ana sabían que Jesús era el Cristo salvador y esta última hablaba de ello con todos los que pasaban por el templo.

En resumen, durante los primeros días tras el nacimiento de Jesús una multitud sabía que ese niño era el Mesías pero no demostraron excesivo interés ni con un ejército de ángeles apareciéndose por todas partes. 30 años después parece que ya nadie se acordaba de aquellos prodigios y Jesús tuvo que hacer valer de nuevo su naturaleza divina. Curo a ciegos, expulsó demonios, camino sobre el agua, multiplicó panes y peces, convirtió agua en vino y hasta ¡resucitó muertos!, todo delante de multitud de personas. Como hemos dicho, a nadie pareció impresionarle demasiado ¡¿Todavía hacía falta que matasen a este hombre y saliese de su tumba para creer que era hijo de Dios?! ¡¿Es que esta gente veía milagros todos los días?!

En efecto, según cuentan, a Jesús lo crucificaros, y he aquí que tuvo otra oportunidad para que la gente le creyese de una vez por todas. Según el evangelio de Mateo, cuando Jesús espiró en la cruz, el velo del templo se rasgó en dos, tembló la tierra, se rompieron las rocas y se abrieron las tumbas provocando la salida de muchos cuerpos de santos difuntos que en días sucesivos se aparecieron a muchos ¿A nadie le pareció esto un poco raro? ¿No se convirtió todo Jerusalén al cristianismo inmediatamente? ¿No llegaron semejantes acontecimientos a oídos de ningún historiador?

Estaba claro que Jesús se enfrentaba a un público exigente, ni apariciones angelicales, ni curaciones de ciegos, ni caminar sobre el agua, ni rasgaduras milagrosas de velos acompañadas de terremotos y tumbas abiertas, ni siquiera resucitar muertos era suficiente para que esta gente se convenciese del todo. Hacía falta un último golpe de efecto, Jesús ya lo había dejado caer, resucitaría tras 3 días y 3 noches (Mateo 12:38-40), pero algo le hizo cambiar de planes. Viendo que todo el espectáculo que acompañó a su último aliento no había tenido el efecto merecido, decidió resucitar en menos de 40 horas. No se le puede reprochar si tenemos en cuenta lo rápido que se olvidaban sus vecinos de todo. Ya les pasaba a sus antepasados, si nos fiamos del libro del Éxodo podemos ver lo olvidadizo que era el pueblo elegido, su dios convirtió el agua del Nilo en sangre, mató en una noche a todos los primogénitos de Egipto, incluidos los animales, hasta abrió las aguas del mar rojo para que lo cruzasen, por si esto era poco (ya hemos dicho que era un público exigente) ¡les habló personalmente en el desierto del Sinaí! Pues después de todo esto solo hizo falta que Moisés se ausentase unos días para que se olvidasen de aquel dios y se construyesen un becerro de oro, ¡es ridículo!.

Como íbamos diciendo, Jesús adelantó en más de un día su resurrección, pero para que esta no resultase menos creíble lo hizo de un modo espectacular. Según Mateo un ángel apareció y abrió la roca que cerraba la tumba, todo ante la mirada de los guardias romanos que la custodiaban y que quedaron aterrados. Algunos de estos guardias fueron a contar lo sucedido a los sumos sacerdotes pero por algún motivo no les creyeron y decidieron comprar su silencio con dinero (Mateo 28:11-15), a cambio de este dinero los guardias contaron a todo el mundo que los discípulos de Jesús robaron el cuerpo. ¿Qué clase de guardias eran estos? ¿Es que veían ángeles resplandecientes bajar volando del cielo y abrir tumbas todos los días? ¿como es que no se unieron a los seguidores de Jesús inmediatamente? ¡otra vez ridículo!

Conclusión, o los contemporáneos de Jesús veía milagros como las vacas ven pasar el tren o los Evangelios son unos panfletos propagandísticos de una secta de hace unos 2000 años, que es lo que efectivamente parecen a simple vista.

martes, 18 de agosto de 2009

¿Cuándo empezó Dios a equiparar el aborto con el asesinato? y otros debates inútiles


Parece ser que la opinión de Dios respecto al aborto, o a la equiparación de la vida del feto con la de un nacido, no ha sido siempre la misma. En el libro del Éxodo, que contiene los mandamientos tantas veces citados por judíos, cristianos y musulmanes, encontramos las siguiente palabras, supuestamente pronunciadas por Dios (traducción obtenida en la página oficial del vaticano) :

"Si unos hombres se pelean, y uno de ellos atropella a una mujer embarazada y le provoca un aborto, sin que sobrevenga ninguna otra desgracia, el culpable deberá pagar la indemnización que le imponga el marido de la mujer, y el pago se hará por arbitraje. Pero si sucede una desgracia, tendrás que dar vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie." (Éxodo 21:22-24)

Suponemos que con "otra desgracia" se refiere a la muerte de la mujer. Tanto la muerte del feto como la de la mujer se deberían a un accidente provocado por una pelea, aceptamos que no es un asesinato alevoso, sin embargo, el castigo por la muerte accidental del feto es el pago de una indemnización al padre mientras que el castigo por la muerte de la mujer es la muerte del atacante. ¿Por qué no se aplica el castigo "vida por vida" en el caso de la muerte del feto? Según esta traducción (y muchas otras) Dios no da el mismo valor a la vida de un feto que a la vida de un nacido.

A pesar de que esta a sido la interpretación clásica de este pasaje durante siglos, recientemente se ha intentado subsanar el evidente conflicto existente entre esta interpretación y la doctrina cristiana. Actualmente se considera que la traducción e interpretación de este pasaje ha sido un gran error y que en lugar de "aborto" las expresión hebrea del original quería decir "parto prematuro" y seguramente tengan razón (me sorprende que los del vaticano todavía no lo hayan corregido). Hay un montón de sesudos estudios lingüísticos para intentar aclarar si Dios quería decir "aborto" o "parto prematuro" y así saber cual debería ser nuestra postura.

¿Tiene algún sentido hacer eso? ¿Existe mayor pérdida de tiempo? Les recuerdo a todos los que se molestan en intentar resolver esa duda que el Antiguo Testamento esta plagado de barbaridades sin errores de traducción. Como ya hemos visto en este blog, el Éxodo contiene leyes salvajes y ridículas, condenas a muerte por trabajar el sábado, por maldecir a los padres, por adorar a otros dioses, ordenes de genocidio contra los habitantes de la tierra prometida, regulación del comercio de esclavos, precios para la compra-venta de personas ¿Nos hemos vuelto todos locos? ¿Realmente alguien puede pretender encontrar en el libro del Éxodo o en cualquier otro del Antiguo Testamento un fundamento para nuestras leyes actuales?

Por supuesto que el tema del aborto es un tema delicado, merece reflexión y un tratamiento serio, precisamente por eso, sea cual sea nuestra conclusión, jamás podrá estar basada en un cuento mitológico escrito por una tribu primitiva. La oposición, por ejemplo, a la utilización de la píldora del dia siguiente por considerarla abortiva solo puede sostenerse desde un punto de vista religioso y por lo tanto no puede imponérsele a nadie. La gente que considera a un zigoto o un blastocisto como un alma humana debería saber que, de ser así, de forma totalmente natural casi la mitad de las almas creadas por ese hipotético dios no llegan a nacer nunca, es cuanto menos curioso que Dios se dedique a crear almas que nunca van a ser conscientes de haber pasado por este mundo.

sábado, 8 de agosto de 2009

¿No matarás? - Incoherencias bíblicas

Las contradicciones en la Biblia son innumerables y sorprendentemente obvias. No hace falta ser ningún genio para encontrarlas. Aún así, las religiones tienen la extraordinaria capacidad de inutilizar las mentes de algunas personas de una forma tan poderosa que merecería ser objeto de estudio. Dedicaré algunas entradas de este blog a presentar varios ejemplos sencillos pero contuendentes de contradicciones bíblicas.

En esta ocasión se trata de una contradicción conocida por todos pero que no se menciona entre los creyentes. Si tomamos el libro del Éxodo como verdad revelada por un dios omnipotente, perfecto e infalible nos resulta difícil explicar que ese dios le diga a Moisés en el monte Sinaí:

"No matarás" (Éxodo 20: 13)

para poco después, cuando Moisés desciende del monte y descubre a su pueblo idolatrando a un becerro de oro, el mismo dios diga:

"maten sin tener en cuenta si es hermano, amigo o pariente" (Éxodo 32: 27)

¿En qué quedamos? ¿matamos o no matamos? ¿qué se supone que quería decir Dios con "no matarás"? Esta contradicción se repite a lo largo de todo el Antiguo Testamento. Después de que Dios tallara en piedra por dos veces el famoso "no matarás" ordena sucesivamente matar a los asesinos (Éxodo 21:12), a los que golpeen o maldigan a sus padres, a los secuestradores (Éxodo 21: 15-17), a los que trabajen el sábado (Números 15:36), a los que adoren a otros dioses (Deuteronomio 17:5), a los que desobedezcan a un juez (Deuteronomio 17:12), a los hijos rebeldes (Deuteronomio 21:21) y muchos otros. ¿Qué clase de referente moral podemos encontrar en la Biblia si Dios se dedica a dar continuamente órdenes contradictorias?

Cabría preguntarse si cuando en el Nuevo Testamento resumen los mandamientos en "amarás al prójimo como a ti mismo" (Romanos 13:9) habría que aplicar las mismas excepciones que afectan al "no matarás" original.

Algunos creyentes afirman que esta es una contradicción aparente, no real, ya que en la frase "no matarás" habría que entender "no cometerás asesinato", mientras que en el resto de ocasiones, la orden de matar se refiere a la aplicación de la pena de muerte establecida por Dios frente a ciertos comportamientos pecaminosos. Bien, eso nos situa en un dilema bastante más inquietante. Si, como afirman los creyentes, nuestro rechazo al asesinato se basa en la ley de dios, una ley y una moral supuestamente absoluta, universal e inmutable ¿estaría moralmente justificada la pena de muerte para hijos desobedientes, personas que trabajan el sábado, adúlteros, gente que maldice a sus padres, mujeres violadas que no gritan socorro, o personas que no creen en el dios de Abraham? Espero que nadie conteste afirmativamente.

Como curiosidad final, si alguna vez veis la película "Los diez mandamientos", protagonizada por Charlton Heston, fijaos en la escena final, en la que se representa el pasaje al que hago referencia en este post, la idolatría al becerro de oro. El guión altera sustancialmente el relato original, eliminando por completo el llamamiento de Moisés a la matanza de idólatras, sean hermanos o amigos, haciendo como si no existiese. Este tipo de manipulación es muy habitual en toda la cinematografía bíblica.

domingo, 5 de julio de 2009

Elías y Eliseo


Aquí os dejo otro par de fragmentos del Antiguo Testamento que nos siguen recordando la bondad, pureza y perfección infinita del dios de judíos, cristianos y musulmanes. Estas tres religiones veneran a esta pareja de profetas, Elías y Eliseo:

2 Reyes 1:9-15

El rey envió a un oficial con sus cincuenta hombres para buscar a Elías. Cuando él subió a buscarlo, lo encontró sentado en la cumbre la montaña, y le dijo: «Hombre de Dios, el rey ha dicho que bajes». Elías respondió al oficial: «Si yo soy un hombre de Dios, que baje fuego del cielo y te devore, a ti y a tus cincuenta hombres». Y bajó fuego del cielo y lo devoró, a él y a sus cincuenta hombres. El rey le volvió a enviar otro oficial con sus cincuenta hombres. Este tomó la palabra y dijo a Elías: «Hombre de Dios, así habla el rey: Baja en seguida». Elías le respondió: «Si yo soy un hombre de Dios, que baje fuego del cielo y te devore, a ti y a tus cincuenta hombres». Y bajo fuego del cielo y lo devoró, a él y a sus cincuenta hombres. El rey volvió a enviar a un tercer oficial con sus cincuenta hombres. El tercer oficial subió y, al llegar, se puso de rodillas frente a Elías y le suplicó, diciendo: «Hombre de Dios, por favor, que mi vida y la vida de estos cincuenta servidores tuyos tengan algún valor a tus ojos. Ya ha bajado fuego del cielo y ha devorado a los dos oficiales anteriores con sus cincuenta hombres. Pero ahora, ¡que mi vida tenga algún valor a tus ojos!». El Angel del Señor dijo a Elías: «Baja con él, no le temas». Elías se levantó, bajó con él a presentarse ante el rey.

2 Reyes 2:19-25

La gente de la ciudad dijo a Eliseo: «El sitio donde está emplazada la ciudad es bueno, como mi señor puede ver; pero el agua es malsana y la tierra estéril». Eliseo dijo: «Tráiganme un plato nuevo y pongan en él un poco de sal». Cuando se lo trajeron, Eliseo se dirigió al manantial y echó allí la sal, diciendo: «Así habla el Señor: Yo saneo estas aguas; ya no saldrá de aquí muerte ni esterilidad». Y las aguas quedaron saneadas hasta el día de hoy, conforme a la palabra pronunciada por Eliseo. Desde allí subió a Betel. Mientras iba subiendo por el camino, unos muchachos salieron de la ciudad y se burlaban de él, diciendo: «¡Sube, calvo! ¡Sube, calvo!». El se dio vuelta, los vio y los maldijo en nombre del Señor. Entonces salieron del bosque dos osos, que despedazaron a cuarenta y dos de esos jóvenes. Desde allí se dirigió al monte Carmelo, y luego volvió a Samaría.

Menuda mala leche se gastaba la parejita, y con dios de matón ¿o no?

sábado, 27 de junio de 2009

El matrimonio según la Biblia (II)


En el último post hablába de la naturalidad con la que se habla de incesto, poligamia, concubinato y esclavitud en el Antiguo Testamento. El rey David, por ejemplo, tenía al menos 8 esposas y un número indeterminado de concubinas (1 Crónicas, 3:1-9), con las que, por cierto, se acuesta también su hijo Absalón delante de todo el pueblo para demostrar que ha roto con su padre (2 Samuel, 16:21). Otro hijo de David, el rey Salomón, tenía 700 esposas y 300 concubinas (1 Reyes, 11:3), y así un sin fin de situaciones que hoy consideraríamos inmorales pero que por aquel entonces debían ser muy naturales.

El Nuevo Testamento no se libra tampoco de las contradicciones en este asunto. Jesús dice "el que a causa de mi nombre deje casa, hermanos o hermanas, padre, madre, hijos o campos, recibirá cien veces más y obtendrá como herencia la vida eterna" (Mateo 19:29) ¿Dejar casa e hijos? ¿eso implica dejar también a la mujer o el marido? no suena muy responsable.

Pablo de Tarso escribe lo siguiente en su primera carta a los corintios (1 Corintios 7:26-38)

Considero que, por las dificultades del tiempo presente, lo mejor para el hombre es vivir sin casarse. ¿Estás unido a una mujer? No te separes de ella. ¿No tienes mujer? No la busques. Si te casas, no pecas. Y si una joven se casa, tampoco peca. Pero los que lo hagan, sufrirán tribulaciones en su carne que yo quisiera evitarles. Lo que quiero decir, hermanos, es esto: queda poco tiempo. Mientras tanto, los que tienen mujer vivan como si no la tuvieran; [...] Si un hombre, encontrándose en plena vitalidad, cree que no podrá comportarse correctamente con la mujer que ama, y que debe casarse, que haga lo que le parezca: si se casan, no comete ningún pecado. En cambio, el que decide no casarse con ella, porque se siente interiormente seguro y puede contenerse con pleno dominio de su voluntad, también obra correctamente. Por lo tanto, el que se casa con la mujer que ama, hace bien; pero el que no se casa, obra mejor todavía.

Es bastante evidente que para Pablo el fin del mundo era inminente ("queda poco tiempo"), su consejo solo puede entenderse en ese contexto, no creo que pretendiese que todos los seres humanos permaneciesen solteros y vírgenes para toda la eternidad, por razones obvias. Por mucho que ahora se intente ignorar, es bien sabido que los primeros cristianos se comportaban como las sectas apocalípticas actuales, preparándose para la llegada de un juicio final que llegaría en muy breve tiempo. Esa segunda venida de Cristo sería tan inmediata que era recomendable permanecer soltero (el que no tenga mujer que no la busque) o célibe (los que tienen mujer vivan como si no la tuviesen) hasta entonces pero si uno no puede aguantarse... que se case. Han pasado casi 2000 años desde su carta y los cristianos siguen esperando...

Tampoco se entiende la postura católica en cuanto a la soltería y celibato de los sacerdotes si tenemos en cuenta el texto de la primera carta a Timoteo, también atribuida a Pablo de Tarso (1 Timoteo 3:1-5)

Es muy cierta esta afirmación: «El que aspira a presidir la comunidad, desea ejercer una noble función». Por eso, el que preside debe ser un hombre irreprochable, que se haya casado una sola vez, sobrio, equilibrado, ordenado, hospitalario y apto para la enseñanza. Que no sea afecto a la bebida ni pendenciero, sino indulgente, enemigo de las querellas y desinteresado. Que sepa gobernar su propia casa y mantener a sus hijos en la obediencia con toda dignidad. Porque si no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo podrá cuidar la Iglesia de Dios?.

En conclusión, una vez más, en cuestiones como el matrimonio o la familia, la Biblia esta plagada de mensajes actualmente inmorales, ilógicos o contradictorios ¿como puede alguien pretender utilizar ese libro como fundamento de cualquier cosa?

martes, 23 de junio de 2009

El matrimonio según la Biblia (I)


El otro día veíamos como el catecismo católico afirma que las sagradas escrituras recogen "todo y sólo lo que Dios quería" y "enseñan sólidamente, fielmente y sin error la verdad que Dios hizo consignar para salvación nuestra". A continuación citaré una serie de pasajes de la Biblia que pueden resultar muy ilustrativos en cuanto a la idea que ese supuesto dios tendría sobre el matrimonio y la familia (versión cómica en inglés).

Génesis 16:1-6

Sarai, la esposa de Abram, no le había dado ningún hijo. Pero ella tenía una esclava egipcia llamada Agar. Sarai dijo a Abram: «Ya que el Señor me impide ser madre, únete a mi esclava. Tal vez por medio de ella podré tener hijos». Y Abram accedió al deseo de Sarai. Ya hacía diez años que Abram vivía en Canaán, cuando Sarai, su esposa, le dio como mujer a Agar, la esclava egipcia. El se unió con Agar, y ella concibió un hijo. Al ver que estaba embarazada, comenzó a mirar con desprecio a su dueña. Entonces Sarai dijo a Abram: «Que mi afrenta recaiga sobre ti. Yo misma te entregué a mi esclava, y ahora, al ver que estaba embarazada, ella me mira con desprecio. El Señor sea nuestro juez, el tuyo y el mío». Abram respondió a Sarai: «Puedes disponer de tu esclava. Trátala como mejor te parezca». Entonces Sarai la humilló de tal manera, que ella huyó de su presencia.

De este pasaje podemos deducir que a dios no le disgusta ni la bigamia, ni la esclavitud ni el incesto, ya que Sarai y Abram tienen el mismo padre (Génesis 20:12). De hecho, la poligamia, la esclavitud y el incesto son más que recurrentes en todo el Antiguo Testamento.

Deuteronomio 22:23-29

Si una joven virgen está comprometida con un hombre, y otro la encuentra en la ciudad y se acuesta con ella, se hará salir a los dos a la puerta de esa ciudad y los matarán a pedradas; a la joven por no haber pedido auxilio, a pesar de que estaba en la ciudad; y al hombre por haber violado a la mujer de su prójimo. Así harás desaparecer el mal de entre ustedes.

Pero si el hombre encuentra en el campo a la joven comprometida y se acuesta con ella por la fuerza, sólo morirá el hombre que se acostó con ella. A la joven, no le harás nada, porque no ha cometido un pecado que merezca la muerte. Es un caso semejante al de un hombre que ataca a otro y lo mata: como el encuentro se produjo en el campo, tal vez la joven pidió auxilio, pero no había nadie que la socorriera.

Si un hombre encuentra a una joven virgen que no está comprometida, la toma por la fuerza y se acuesta con ella, y son sorprendidos, el hombre que se acostó con ella deberá pagar al padre de la joven cincuenta siclos de plata y ella será su mujer. Nunca podrá repudiarla, porque él la violó.

No creo que sea necesario ningún comentario, esta claro que los derechos de la mujer no son algo que hayamos aprendido de la Biblia. Por cierto, este fragmento hace que un reciente artículo en la revista de la Conferencia Episcopal Española sobre la banalización del sexo y la violación resulte de los más irónico.

Jueces 21:7-14

¿Qué haremos para proveer de mujeres a los que han sobrevivido, siendo así que hemos jurado por el Señor no darles como esposas a nuestras hijas?» Por eso preguntaron» ¿Hay alguna entre las tribus de Israel que no ha subido a presentarse ante el Señor en Mispá?». Y resultó que ningún hombre de Iabés de Galaad había venido al campamento para la Asamblea. En efecto, cuando se pasó revista al pueblo, vieron que allí no había ningún habitante de Iabés de Galaad. Entonces la comunidad envió a doce mil de los guerreros, con esta orden: «Vayan y pasen al filo de la espada a los habitantes de Iabés de Galaad, incluidas las mujeres y los niños. Ustedes actuarán de esta manera: consagrarán al exterminio a todos los varones y a las mujeres que hayan convivido con hombres, pero dejarán con vida a las vírgenes». Así lo hicieron. Entre los habitantes de Iabés de Galaad encontraron cuatrocientas jóvenes vírgenes, que no habían convivido con ningún hombre, y las llevaron al campamento de Silo, que está en el país de Canaán. Toda la comunidad de Israel envió emisarios a los benjaminitas, que estaban en la Roca de Rimón, para anunciarles la paz. Entonces los benjaminitas volvieron, y los hombres de Israel les dieron las mujeres que habían dejado con vida en Iabés de Galaad, pero no alcanzaron para todos.

A este dios le pintarán todo lo amoroso y de buen rollo que quieran pero esta claro que no rendirle pleitesía se paga caro. Resulta que los israelitas han atacado a la tribu de los benjaminitas para vengar un crimen (Jueces 19 y 20) y les han dejado sin mujeres vivas, pero al final sienten compasión por ellos y para que no desaparezca esa tribu deciden entregarles nuevas mujeres ¿pero cuales? la solución es sencilla, atacan a otra tribu y matan a todos menos a sus hijas vírgenes para entregárselas a los supervivientes de la primera, lógico ¿no?.

viernes, 19 de junio de 2009

La sagrada escritura


En el segundo post de este blog cité un artículo del Catecismo Católico en el que se hace referencia a la vigencia del Antiguo Testamento, para seguidamente reproducir algunas de las barbaridades contenidas en el mismo. Recientemente me he centrado en las incoherencias del Génesis al ser este el libro en el que se basa el creacionismo, una corriente sorprendentemente activa y ruidosa, aunque quiero pensar que muy minoritaria.

La mayoría de los cristianos, en España casi todos católicos, suelen rechazar la vigencia del Antiguo Testamento, darle un significado puramente simbólico o afirmar que, dado que fue escrito por personas, contiene errores o malas interpretaciones. Pues bien, esa no es la posición oficial de la Iglesia Católica. Para demostrarlo y resaltar la importancia que tiene el Antiguo Testamento en la fundación y mantenimiento de las grandes religiones monoteistas cito otro artículo del Catecismo Católico que insiste en la veracidad y autoria divina de esos textos:

Catecismo de la Iglesia Católica, primera parte, primera sección, capítulo segundo, artículo 3, punto II:


Dios es el autor de la Sagrada Escritura. "Las verdades reveladas por Dios, que se contienen y manifiestan en la Sagrada Escritura, se consignaron por inspiración del Espíritu Santo".
"La santa Madre Iglesia, fiel a la base de los apóstoles, reconoce que todos los libros del Antiguo y del Nuevo Testamento, con todas sus partes, son sagrados y canónicos, en cuanto que, escritos por inspiración del Espíritu Santo, tienen a Dios como autor, y como tales han sido confiados a la Iglesia".
Dios ha inspirado a los autores humanos de los libros sagrados. "En la composición de los libros sagrados, Dios se valió de hombres elegidos, que usaban de todas sus facultades y talentos; de este modo obrando Dios en ellos y por ellos, como verdaderos autores, pusieron por escrito todo y sólo lo que Dios quería".
Los libros inspirados enseñan la verdad. "Como todo lo que afirman los hagiógrafos, o autores inspirados, lo afirma el Espíritu Santo, se sigue que los libros sagrados enseñan sólidamente, fielmente y sin error la verdad que Dios hizo consignar en dichos libros para salvación nuestra".

(Tomado de la página oficial del Vaticano)

Es de agradecer que al menos por una vez digan las cosas claras, de lo que no estoy seguro es de que sean capaces de defender estas posiciones en público de una forma razonada, ya que afirmaciones como "todo y solo lo que Dios quería" o "sólidamente, fielmente y sin error" pueden ponerles en más de un aprieto. Recordemos los llamamientos de Dios al asesinato de los que trabajan en sábado, cometen adulterio o son rebeldes con sus padres, las invitaciones al genocidio de los pueblos que habitaban la tierra prometida antes de la llegada del "pueblo elegido", el genocidio supremo que supuso el diluvio universal, las venganzas divinas con plagas o lluvias de fuego que conducen a la muerte de pueblos enteros, la incitación al odio a los no judios, las leyes ridículas sobre dieta o vestimenta y un sin fin de absurdeces varias... ¿es esa la verdad, y solo la verdad, que hizo consignar un dios para nuestra salvación?

Los creyentes cultos de hoy en día se encuentran con un serio problema a la hora de enfrentarse al Antiguo Testamento, su contenido es absurdo, salvaje, primitivo, claramente mitológico, con un estilo similar al de otras mitologías como la griega o la egipcia. Sin embargo, negar su autenticidad, su inspiración divina, echaría por tierra los fundamentos mismos del cristianismo, la divinidad de Jesús se sustenta en las profecias contenidas en esos libros, el mismo personaje de Jesús hace constantemente referencias al Antiguo Testamento y a su valor como palabra de Dios. Otra incoherencia más en la larga lista de incoherencias propias de toda religión.

lunes, 8 de junio de 2009

Las incoherencias del Génesis (III)


El libro del Génesis no solo contiene relatos incoherentes plagados de contradicciones, también esta lleno de historias absurdas desde un punto de vista moral.

7 - En uno de los pasajes del Génesis Noé se emborracha al beber vino y se queda dormido desnudo en su carpa (Gen 9:21). Uno de sus hijos, Cam, lo ve desnudo y va a avisar a sus hermanos, Sem y Jafet, los cuales llevan un manto y se acercan a su padre de espaldas para cubrirlo sin llegar a verlo. Cuando Noé se entera de que Cam vio su desnudez maldice a su nieto Canaan, hijo de Cam, y lo condena a ser esclavo de Sem y Jafet. ¿que culpa puede tener Cam por haber visto a su padre desnudo? pero sobre todo ¿que culpa puede tener Canaan de que su padre haya visto a su abuelo desnudo? ¿no es mas reprobable la afición de Noé por abusar del vino?


8 - Abram (que después sería Abraham), se traslada a Egipto con su mujer, Sarai (que después sería Sara) (Gen 12:10). Abram tiene miedo de que los egipcios lo maten para poder quedarse con su mujer, así que le pide a Sarai que mienta y diga que es su hermana. El faraón se casa con Sarai creyendo que es la hermana de Abram y este no hace nada por evitarlo. A pesar de que el faraón no sabe que Sarai ya estaba casada dios provoca grandes males al faraón y su gente (Gen 12:17). Al enterarse del engaño el faraón devuelve a Sarai a su marido y expulsa a ambos de Egipto (Gen 12:19). ¿Por qué castiga dios al faraón y a su pueblo si ellos no sabían que estaban cometiendo ningún mal? ¿por qué no castiga a Abram por mentiroso y por permitir el matrimonio de su mujer con otro hombre?. Lo peor es que Abraham no escarmienta y vuelve a repetir el mismo engaño con el rey de Guerar, al que dios también castiga sin razón, dejando a Abraham no solo sin castigo, sino incluso recompensado (Gen 20:1-18).

9 - Dos ángeles (con apariencia de hombres) se hospedan en la casa de Lot en Sodoma. Cuando todos los varones del pueblo acuden a casa de Lot para reclamar a los dos visitantes con la intención de mantener relaciones sexuales con ellos a Lot no se le ocurre otra cosa que decir "Yo tengo dos hijas que todavía son vírgenes. Se las traeré, y ustedes podrán hacer con ellas lo que mejor les parezca. Pero no hagan nada a esos hombres, ya que se han hospedado bajo mi techo" (Gen 19:8). ¿Es esa la respuesta de alguien a quien dios a elegido para ser salvado de la destrucción de la ciudad?


10 - También es bastante cuestionable desde el punto de vista moral que dios convierta a la mujer de Lot en estatua de sal por el simple echo de mirar hacia atrás en su huida (Gen 19:26). Parecen más merecedoras de un castigo de este tipo las hijas de Lot, que ante la falta de otros hombres, deciden emborrachar a su padre y tener relaciones sexuales con él (Gen 19:30-38). Las dos se quedan embarazadas y de esa descendencia provienen los moabitas y los amonitas, no se menciona ningún castigo para ellas.


11 - En otro relato una hija de Jacob, Dina, es violada por Siquem, un príncipe de la ciudad del mismo nombre (Gen 34:2). Despues de esto Siquem se enamora de Dina y solicita a Jacob el permiso para casarse con ella. Jacob y sus hijos deciden engañar a Siquem y le dicen que aceptaran el matrimonio si todos los varones de la región son circuncidados (Gen 34:15). Siquem acepta y todos los hombres son circuncidados, sin embargo, al tercer día, los hermano de Dina, Simeón y Leví, entran en Siquem, asesinan a todos los varones y saquean la ciudad (Gen 34:25-31). ¿Es justo que mueran todos los varones de la ciudad por una violación cometida por uno de ellos? Dios no solo no castigó a Simeón y Leví por el genocidio y el saqueo sino que les ayudo en su huida (Gen 35:5).

Estos son solo algunos ejemplos de entre los muchos relatos en los que se incita al odio racial, al asesinato o a la esclavización de otros pueblos en el Génesis. Un libro que para algunos, espero que no muchos, es un relato veraz fuente de conocimiento científico.


miércoles, 3 de junio de 2009

Las incoherencias del Génesis (II)



Continuando con el tema de ayer, aquí van otros ejemplos de los sinsentidos relatados en el Génesis:
4 - Los primeros hijos de Adán y Eva son Caín y Abel. Antes de que tengan ningún otro hijo (Gen 4:25) Caín mata a su hermano y, al descubrirlo, dios le condena a andar por la tierra errante y vagabundo. Este castigo asusta a Caín ya que teme que alguien que le salga al paso pueda matarle (Gen 4:14). ¿Quién la puede salir al paso si en la tierra solo existen sus padres y él mismo?

5 - En Génesis 6:7 dios dice lo siguiente “Voy a eliminar de la superficie del suelo a los hombres que he creado – y junto con ellos a las bestias, los reptiles y los pájaros del cielo – porque me arrepiento de haberlos hecho”. ¿Si quiere destruir a todos los animales, porque le pide a Noé que salve a una pareja de cada especie para repoblar la tierra? ¿Qué sentido tiene eso? Se supone que dios podría haber hecho desaparecer a todos los seres humanos excepto a la familia de Noe con solo desearlo y dejando a los animales intactos. Además ¿Qué tiene que ver la maldad de los hombres con destruir todos los animales de la tierra? ¿No es un método demasiado tosco, retorcido, además de cruel, tener que inundar todo el planeta para eliminar a los seres humanos?

6 - Dios le da instrucciones a Noé sobre como debe ser el arca “Deberás hacerla así: el arca tendrá ciento cincuenta metros de largo, treinta de ancho y quince de alto” (Gen 6:15). El mismo dios también dice lo siguiente “Lleva siete parejas de todas las especies de animales puros y una pareja de los impuros, los machos con sus hembras – también siete parejas de todas las clases de pájaros – para perpetuar sus especies sobre la tierra” (Gen 7:2-3). Es decir, que Noé metió en un arca de ese tamaño ridículo a su familia, a entre una y siete parejas de cada una de las especies animales (no dice nada de las plantas) que existen actualmente y todos los víveres necesarios (Gen 6:21) para alimentar a su familia y a todos esos animales durante unos 200 días. Queda claro que el autor de este relato solo conocía las especies animales de su entorno y no era consciente de la biodiversidad real de este planeta.
y aún hay más ¿Todavía tenemos que tomarnos este libro en serio?