domingo, 31 de mayo de 2009

La evolución


La comprensión del proceso de evolución de las especies es uno de los principales avances científicos de la historia, un avance que explica (sí, explica, no solo describe) la diversidad de formas de vida presentes en la Tierra, su aparente “diseño” y nuestra propia naturaleza. Una teoría cuyas evidencias no han parado de acumularse desde su formulación gracias a los datos aportados por todas las disciplinas científicas implicadas (zoología, botánica, biología molecular, geología, física, química, genética, medicina y un largo etcétera). Una acumulación de evidencias que condujeron al Papa Juan Pablo II a hacer la siguiente declaración:

“nuevos conocimientos llevan a pensar que la teoría de la evolución es más que una hipótesis. En efecto, es notable que esta teoría se haya impuesto paulatinamente al espíritu de los investigadores, a causa de una serie de descubrimientos hechos en diversas disciplinas del saber. La convergencia, de ningún modo buscada o provocada, de los resultados de trabajos realizados independientemente unos de otros, constituye de suyo un argumento significativo en favor de esta teoría.”

Las inmensa mayoría de los científicos (y digo INMENSA con mayúsculas), incluidos aquellos que creen en algún dios, no cuestionan ya las bases en las que se apoya el proceso evolutivo. Solo alguien que anteponga una supuesta literalidad de textos mitológicos a las evidencias positivas, observables, medibles y demostrables de las que disponemos puede llegar a negar de forma rotunda la evolución de las especies. Una teoría que podrá ser mejorada, completada, pulida en sus detalles, pero que en sus planteamientos generales está sobradamente confirmada.

Nadie, ni siquiera un creacionista consumado, puede poner en duda la existencia de la herencia genética. Los caracteres de una generación pasan a la siguiente a través de la información contenida en el DNA. El código genético que codifica dicha información es compartido por todas las formas de vida conocidas, lo que sugiere un origen común para todas ellas. Cada sucesión de tres nucleótidos codifican el mismo aminoácido en todas las especies, con muy pequeñas variaciones en procariotas y en las mitocondrias, lo cual encaja perfectamente con la teoría endosimbionte de Lynn Margulis. El análisis de estas pequeñas variaciones del código conduce, de hecho, a un árbol filogenético consistente con los postulados de la evolución de las especies. Las existencia de mutaciones espontaneas en el código genético es un hecho demostrado, facilmente observable y medible.

El estudio detallado de las secuencias genéticas entre distintas especies ofrece resultados tan esclarecedores como el siguiente:

“La comparación entre las secuencias de ADN del ser humano y el chimpancé en el gen que codifica la hormona leptina revela sólo cinco diferencias en 250 nucleótidos. Donde las secuencias del ser humano y el chimpancé difieren se puede usar el nucleótido correspondiente del gorila (columnas sombreadas) para obtener el nucleótido que probablemente existía en el ancestro común de las personas, los chimpancés y los gorilas. En dos casos se corresponden los nucleótidos humanos y los del gorila, mientras que, en los otros tres, las secuencias del gorila y el chimpancé son idénticas. Es muy probable que el ancestro común del gorila, el chimpancé y el ser humano tuviera el nucleótido que coincide en dos de los tres organismos actuales, ya que esto habría requerido sólo un cambio en el ADN en vez de dos.” (Science, Evolution and Creationism, National Academy of Science)

Las investigaciones en biología evolutiva del desarrollo también apoyan el proceso de evolución de las especies. La identificación de grupos de genes que participan en la regulación del desarrollo embrionario ha sido de gran importancia en este sentido. Entre ellos podemos destacar la familia de genes homeobox. Estos genes están altamente conservados en especies tan dispares como la mosca o el hombre, todos ellos presentan una secuencia de 180 pares de bases que codifica para un dominio proteico (homeodominio) capaz de reconocer secuencias específicas del DNA y regular la expresión de otros genes implicados en la determinación del patrón embrionario (identidad de las distintas regiones del embrión). El modo en el que estos y otros genes regulan la transcripción génica explica la aparición de una gran diversidad morfológica a partir de pequeñas alteraciones en la secuencia de los genes. De hecho, pequeñas alteraciones en los niveles, localización o momento de expresión de estos genes reguladores conducen experimentalmente a alteraciones morfológicas sin necesidad de cambios en su secuencia.

Con respecto a la evolución morfológica y funcional de órganos complejos me remito a un post muy ilustrativo sobre la evolución del ojo.

El registro fósil es otra prueba contundente de la teoría de la evolución. La evolución puede prácticamente “verse y tocarse” si colocamos los fósiles de los que disponemos en una sucesión creciente con respecto a la antigüedad de los estratos de roca en los que fueron encontrados. Hasta el momento nadie ha encontrado un fósil de dinosaurio ni de ningún otro animal terrestre en un estrato del cámbrico, ni se han encontrado fósiles de vaca en un estrato del cretácico, y no, por mucho que algunos insistan, no se han encontrado rastros de homínidos junto a rastros de dinosaurios ¿acaso alguien podría remitirme a la publicación científica en la que se afirma tal cosa?.

Sin embargo si se han encontrado fósiles de las mismas especies primitivas de animales y plantas en regiones geográficas que hoy en día se encuentran incomunicadas entre sí. Esto nos lleva a la tectónica de placas y la paleobiogeografía, otro de los apoyos con los que cuenta la teoría de la evolución. Gracias al conocimiento de la tectónica de placas sabemos que las grandes masas continentales actuales estuvieron en contacto en el pasado. La separación de esas masas de tierra condujo al aislamiento de especies de animales y plantas que evolucionarán de forma separada del resto. De este modo se explica la distribución de familias de primates, aquellas que se encuentran en el continente americano son distintas de aquellas que han evolucionado en el continente eurasiático. También se explica de este modo la distribución geográfica de las aves no voladoras pertenecientes al mismo orden que el avestruz y la distribución de muchos otros grupos animales y vegetales.

Los cetáceos son otro buen ejemplo del funcionamiento de la evolución. Su origen a partir de ancestros terrestres se apoya entre otros factores en estudios de genética comparada pero también resulta evidente si observamos que son mamíferos (no peces), su sistema de reproducción, que necesitan salir a la superficie para respirar, la estructura ósea de sus extremidades similar a la de los mamíferos terrestres, su pelvis vestigial y la aparición de fósiles correspondientes a grupos intermedios como el Ambulocetus, entre otros.

Los peces pulmonados, la distribución de las razas humanas, la anemia falciforme, la genética de poblaciones, la formación del cromosoma 2 humano a partir de la fusión de dos cromosomas presentes en otros primates, … y así una larguísima lista de observaciones que apoyan la teoría de la evolución. A pesar de todo ello sigue habiendo gente que prefiere obviarlas y recurrir a textos escritos por tribus primitivas, plagados de incoherencias, de incitaciones al odio, llamamientos al asesinato, al genocidio y a la esclavitud, como fuente de conocimiento científico. Pero lo más triste de todo es que algunas de estas personas se llamen a si mismos científicos cuando su método de trabajo consiste en detectar los huecos del conocimiento actual y proceder a llenarlos por defecto con la obra de algún dios, una argumentación exenta de ser sujeta a ningún tipo de prueba o experimentación, deben ser científicos muy perezosos. Supongo que deberíamos haber hecho lo mismo cuando no sabíamos por qué aparecen los tumores o qué causa las epidemias… resignarnos a no saberlo nunca.

miércoles, 27 de mayo de 2009

domingo, 24 de mayo de 2009

Un debate desigual

Entrevista a Richard Dawkins en el canal estadounidense FOX News. Dadas las constantes interrupciones, se diría que más que para entrevistarle o debatir, el periodista a invitado al científico para darle un sermón (es mala señal cuando en una entrevista habla más tiempo el entrevistador que el entrevistado).



Este es mi intento de traducción (se aceptan correcciones)

En la sección “Historia personal” de hoy ¿cree usted en dios? Incuestionablemente, los americanos lo hacemos. Según una encuesta el 12 % de nosotros no cree en un poder superior, un 8 % en 1987, y este grupo incluye a los agnósticos. En Europa, el aumento del ateísmo y el agnosticismo es impresionante. Según un estudio, en Suecia el 85 % de la población no es creyente, el 65 % en Japón, el 54 % en Francia y el 44 % en Gran Bretaña no creen en dios ¡en Gran Bretaña!

Tenemos con nosotros a un hombre que comparte esta postura, Richard Dawkins, el autor del libro mega-ventas “El espejismo de Dios”.

- Creo que requiere mas fe ser como usted, un ateo, que como yo, un creyente, y es por la naturaleza […]
- Tenemos un conocimiento muy completo sobre porque […] los continentes se separaron, sobre porque hay vida. La ciencia está, cada vez más, acumulando las evidencias, acumulando el conocimiento... (interrupción)
- Pero aún no han llegado ahí. Yo entiendo… ya sabe… su fisiología, si usted quiere. Pero ha tenido que venir de alguna parte, y ese es el acto de fe que vosotros hacéis, que simplemente pasó.
- Bueno… un acto de fe. Realmente no necesitas un acto de fe. Ustedes son los que necesitan un acto de fe, porque en realidad está en ustedes la responsabilidad de decir por qué creen en algo. Hay un número infinito de dioses en los que podrían creer y doy por hecho que usted no cree en Zeus o Apolo o Thor, usted cree presumiblemente en el dios cristiano.
- En Jesús. Jesús es un personaje real. Me doy cuenta de ello, sé lo que hizo. No sé positivamente que Jesús es dios pero yo me inclino más hacia Jesús que hacia ustedes, porque ustedes no pueden decirme como ha llegado todo hasta aquí.
- Estamos trabajando en eso... (interrupción)
- Oh! Cuando lo sepan entonces puede que les escuche.
- Quiero decir, si observa la historia de la ciencia a lo largo de los siglos, la cantidad de… el aumento del conocimiento, cada siglo. En el comienzo del siglo XXI no lo sabemos todo, debemos ser humildes, debemos admitir humildemente que sigue habiendo muchas cosas que aún no sabemos... (interrupción)
- Sabe una cosa, ser humilde es una virtud cristiana.
- Bien, posiblemente lo sea... (interrupción)
- Cuando ustedes lo descubran pueden volver y contármelo pero hasta entonces yo me adhiero a la filosofía judeo-cristiana y a mi religión católica porque me ayudan como persona.
- Eso es diferente, esta bien si le ayuda, pero eso no quiere decir que sea real.
- Bueno, es real para mí, yo creo...
- ¿Quiere decir que la verdad para usted es distinta de la verdad para cualquier otro? ¿Cómo sabemos entonces que es la verdad y que no?
- No, no, yo no puedo probarle que Jesús es dios, así que esa verdad es mía y solo mía, pero usted no puede probarme que Jesús no lo es, así que usted debe permanecer en su pequeñas creencias…
- Usted no puede probar que Zeus no es dios, ni que Apolo no lo sea...
- He visto a Apolo (el teatro Apollo de Nueva York), esta justo ahí abajo y no tiene buen aspecto. Ahora, nosotros también somos diferentes en el sentido de que usted siente que la religión ha sido mala, una especie de incivilización y yo creo que el ateísmo tiene, cuando nos referimos a los asesinos masivos de los últimos tiempos, Hitler, Stalin, Mao y Pol Pot. Todos ateos confirmados, todos querían eliminar la religión. Ya se que usted puede señalar las cruzadas, Al Qaeda justo ahora, esta ahí y no hay duda al respecto. Pero puedo hablar de los padres fundadores de los Estados Unidos que vieron la espiritualidad religiosa como una influencia moderadora, como algo bueno.
- Los padres fundadores de los Estados Unidos eran sobre todo laicistas, algunos eran religiosos, otros no, pero sobre todo eran laicistas como para creer en la separación de la iglesia y el estado.
- Tuvieron que hacerlo por la opresión en Europa.
- Esa fue la razón, precisamente... (interrupción)
- Casi todos ellos, también lo declaran antes de sus deliberaciones, en sus cartas, y yo tengo casi todas sus cartas, todos hacen referencias a dios, en la declaración de independencia se hacen estas referencias de forma muy directa. Ellos vieron la religión como una influencia moderadora porque el gobierno federal en aquel momento no podía controlar el país, pero si la gente sigue a Jesús, entonces el país va a estar mejor.
- Puede que haya sido una influencia moderadora. Con respecto a Hitler y Stalin, por supuesto.. por cierto que Hitler era un católico…
- No, nunca lo fue, el creció en un hogar católico pero el rechazó la religión.
- Podriamos discutir eso. Stalin era un ateo, no hay duda, pero Stalin no hizo las cosa malas que hizo por ser ateo, quiero decir, tanto Hitler como Stalin tenían bigote pero no decimos que sus bigotes les hicieran creer en.. (Interrupción)

- [...]
- Diré que su libro es fascinante, felicidades por el éxito, gracias por venir
- Gracias a usted.

miércoles, 20 de mayo de 2009

El sexo y los anticonceptivos


Gran parte de los creyentes de las distintas religiones, principalmente de las monoteístas, se consideran poseedores de "la verdad" en prácticamente todos los ámbitos de la vida. Supongo que es esta seguridad en poseer la verdad la que permitió afirmar lo siguiente a Karol Józef Wojtyła (más conocido como Juan Pablo II) en su mensaje a los asistentes a un congreso organizado por la Universidad Católica de Roma sobre regulación de la fertilidad en 1998:

"A todos deseo una fecunda profundización de la enseñanza de la Iglesia sobre la «verdad» del acto de amor mediante el cual los cónyuges participan en la acción creadora de Dios. La verdad de ese acto deriva de que es expresión de la entrega personal recíproca de los esposos, entrega que no puede menos de ser total, pues la persona es una e indivisible. En el acto que expresa su amor, los esposos están llamados a entregarse recíprocamente a sí mismos en la totalidad de su persona: nada de lo que constituye su ser puede quedar excluido de esta entrega. Esta es la razón de la ilicitud intrínseca de la anticoncepción: introduce una limitación sustancial dentro de esta entrega recíproca, rompiendo la «inseparable conexión» que existe entre los dos significados del acto conyugal, el unitivo y el procreativo, que el Papa Pablo VI indicaba como inscrita por Dios mismo en la naturaleza del ser humano (Humanae vitae)."

Cabría preguntarse de donde saca el señor Wojtyła estas conclusiones respecto a la ilicitud de los métodos anticonceptivos, pero ese es otro asunto. El hecho es que para los católicos la anticoncepción es ilícita. Yo no tengo la costumbre de atribuirme el conocimiento de verdades absolutas, y menos en estos temas, así que respeto la opinión que cualquiera pueda tener sobre la "verdad" de las relaciones sexuales (siempre y cuando no pretenda imponérsela a todos los demás), pero esta norma católica me inquieta por varios motivos. En primer lugar porque en la encíclica a la que el Sr. Wojtyła hace referencia, Humanae Vitae, escrita por Giovanni Montini (Pablo VI) en 1968, aparecen párrafos como el siguiente:

"Podría también temerse que el hombre, habituándose al uso de las prácticas anticonceptivas, acabase por perder el respeto a la mujer y, sin preocuparse más de su equilibrio físico y psicológico, llegase a considerarla como simple instrumento de goce egoístico y no como acompañera, respetada y amada."

Deduzco de estas palabras que al Sr. Montini ni se le pasa por la cabeza que las mujeres puedan gozan con el sexo, a no ser que esperen quedarse embarazadas. ¿Por qué esa obsesión por el sexo como algo ofensivo e impuro? ¿Por qué esas alusiones al sexo como un vicio placentero para el hombre y una deshonra y ofensa para las mujeres?. Supongo que unas declaraciones tan machistas sobre el sexo se puede comprender si las situamos en la época en la que fueron realizadas, a finales de los años 60. El problema es que esa sigue siendo la postura oficial de la Iglesia Católica a día de hoy. Y por si a algún católico se le ocurriese cuestionar estas opiniones, en la misma encíclica se nos indica lo siguiente:

"Ningún fiel querrá negar que corresponda al Magisterio de la Iglesia el interpretar también la ley moral natural. Es, en efecto, incontrovertible —como tantas veces han declarado nuestros predecesores — que Jesucristo, al comunicar a Pedro y a los Apóstoles su autoridad divina y al enviarlos a enseñar a todas las gentes sus mandamientos, los constituía en custodios y en intérpretes auténticos de toda ley moral, es decir, no sólo de la ley evangélica, sino también de la natural, expresión de la voluntad de Dios, cuyo cumplimiento fiel es igualmente necesario para salvarse."

Pero el motivo principal por el que me inquieta el veto a los anticonceptivos es el resultado que tendría su seguimiento por parte de toda la población mundial. Si pienso en épocas recientes en las que la utilización de anticonceptivos no estaba extendida en España, la época de mis abuelos, por ejemplo, puedo sacar conclusiones preocupantes. En la familia de mi madre son 5 hermanos, en la de mi padre son 9, en la de mi abuela eran 7 y, un caso mas alarmante, en la familia de uno de mis tíos eran 13 hermanos, ¿se imaginan el resultado de semejante natalidad por parte de todos los matrimonios del mundo de forma permanente? ¿durante cuanto tiempo sería sostenible? La población española se duplicó desde 1900 hasta 1980, con una tasa media de crecimiento anual de al rededor del 8 % (hoy está por debajo del 2 %). Con la tasa de crecimiento previa a la normalización de los métodos anticonceptivos en España, la población española sería de 80 millones en 2100, 160 millones en 2200, 320 millones en 2300, y continuaría duplicándose cada siglo ¿Es eso lo que haría feliz al dios en el que creen los católicos?

Obviamente la jerarquía católica es perfectamente consciente del sin sentido que constituye un crecimiento demográfico anual constante del 8%, y por eso aporta soluciones más ¿lógicas?

"En relación con las tendencias del instinto y de las pasiones, la paternidad responsable comporta el dominio necesario que sobre aquellas han de ejercer la razón y la voluntad. En relación con las condiciones físicas, económicas, psicológicas y sociales, la paternidad responsable se pone en práctica ya sea con la deliberación ponderada y generosa de tener una familia numerosa ya sea con la decisión, tomada por graves motivos y en el respeto de la ley moral, de evitar un nuevo nacimiento durante algún tiempo o por tiempo indefinido."



"Dios ha dispuesto con sabiduría leyes y ritmos naturales de fecundidad que por sí mismos distancian los nacimientos. La Iglesia, sin embargo, al exigir que los hombres observen las normas de la ley natural interpretada por su constante doctrina, enseña que cualquier acto matrimonial (quilibetmatrimonii usus) debe quedar abierto a la transmisión de la vida"


En definitiva, lo que todo esto quiere decir es que si has alcanzado el número máximo de hijos que puedes mantener debes ser lo suficientemente "responsable" como para no mantener más relaciones sexuales con tu cónyuge. ¿Tiene esto algún sentido para alguien que aplique el pensamiento crítico? ¿Qué tiene objetivamente de malo el sexo consentido entre dos personas adultas en el que se utilizan métodos anticonceptivos? ¿Por qué debería una pareja que no desea tener mas hijos renunciar a mantener relaciones sexuales? A la vista de la tasa de crecimiento demográfico actual supongo que muy pocos creyentes comparten la visión oficial de la Iglesia católica en relación al control de la natalidad (o tal vez hay menos creyentes de los que nos hacen suponer). Esta fobia al sexo y a los anticonceptivos es un buen ejemplo de tantas doctrinas irracionales, basadas en una interpretación subjetiva de textos supuestamente sagrados que persiguen condicionar nuestra vida por la "ley natural" de un dios que, por lo que sabemos hasta el momento, ni siquiera existe. Uno de esos mandamientos absurdos de los que hablaba hace tiempo.

viernes, 15 de mayo de 2009

La ausencia de prueba no es prueba de ausencia, NI DE PRESENCIA.


He leído recientemente el trabajo del Profesor del Departamento de Psicología Básica en la Universidad Autónoma de Madrid, Javier Monserrat, titulado "El Espejismo de Dawkins" (http://www.scribd.com/doc/9695999/El-Espejismo-de-Dawkins) del que cito el siguiente párrafo:

"Para los autores de ese cristianismo crítico es hoy común admitir que el universo es, en último término, un enigma que no ha sido descifrado todavía de forma final y segura. No se niega que una respuesta pueda ser el ateísmo. Se respetan sus argumentos, su honestidad personal y, obviamente, su derecho a exponer sus opiniones e intentar convencer a otros en el marco del diálogo abierto en una sociedad libre. El ateísmo es una opción libre racionalmente posible; esto no se discute. Pero el cristianismo crítico piensa que ese universo enigmático podría también entenderse por referencia a la hipótesis de una Divinidad, fundamento del ser y creadora. Y para ello presenta sus argumentos, consciente de que son “filosofía” y de que deben ser entendidos en el marco de restricciones de la epitsemología moderna, popperiana y postpperiana. Lo que el cristianismo crítico pide al ateísmo es tan simple como esto: que el ateísmo respete la valoración racional libre del teísmo (ante un universo enigmático) de la misma manera que el teísmo respeta racional y moralmente al ateísmo (y por ende al agnosticismo). [...] Insistimos en que el teísmo crítico considera que el ateísmo no sólo es viable, sino también honesto. Aún a pesar del desequilibrio del Modelo Cosmológico Estandar, podría pensarse que los multiuniversos y la teoría de cuerdas abren horizontes teóricos para hipotetizar un universo eterno y autosuficiente que ha producido la vida por mecanismos internos (darwinismo). Este ateísmo es hipotético, filosófico, e incluso metafísico. Pero es legítimo y honesto, como vemos en la sociedad. Lo que pasa es que el mismo universo es muy complicado y otros pueden construir una hipótesis alternativa: la hipótesis teísta, cuya viabilidad está también socialmente fuera de dudas."

Es evidente que los creyentes con un nivel de formación suficientemente alto tienen que adaptar sus creencias a los conocimientos y/o modelos teóricos de los que disponemos actualmente acerca del origen del Universo, de la vida y de la relación entre materia y conciencia. Hace no mucho, te podían condenar por afirmar que la Tierra gira al rededor del Sol pero hoy en día los "creyentes críticos" aceptan la teoría de la evolución y gran parte de los argumentos de la cosmología actual afirmando que son compatible con la fe religiosa. Las religiones tienen una gran ventaja, son compatibles con cualquier teoría y libres de tener que ser demostradas mediante pruebas positivas. Si alguno de sus antiguos dogmas (como la literalidad del génesis) es echado por tierra lo solucionan diciendo que era un relato simbólico, asunto resuelto, y así con cualquier otra cosa. El mismo profesor Monserrat hace referencia a teorías actuales como la hipótesis Hameroff-Penrose sobre el soporte físico de la psique basado en la mecánica cuántica. Esta teoría es religiosamente neutral, ni apoya ni desmiente la existencia de Dios (como he dicho, ninguna teoría o hipótesis o ni tan siquiera certeza podría desmentir la existencia de Dios para un creyente), sin embargo, es utilizada por los teístas como argumento a su favor (no me pregunten por qué).

El único argumento de los teístas es poner en evidencia la enorme complejidad del Universo y nuestros escasos conocimientos al respecto para afirmar que la idea de dios es viable y que su inexistencia es indemostrable. Me sorprende que una persona racional y culta opte por la hipótesis de dios, por respetable que sea, simplemente por lo misterioso que es el Universo. Creo que lo honesto sería aceptar que hay muchas cosas que todavía no sabemos, pero hace mil años sabíamos aún menos y los "misterios" de entonces han resultado no ser tales. ¿Cual es la diferencia entre un teísta y un ateo ante estos misterios? El ateo trabaja con modelos teóricos siguiendo el método hipotético-deductivo que después somete a experimentación para apoyarlos, confirmarlos o descartarlos. No creo que haya ninguna Iglesia de la Teoría de Cuerdas que la declare verdad incuestionable o un templo al bosón de Higgs en el que se sacrifiquen animales de granja, tampoco he oído hablar de nadie que se inmole en nombre de la relatividad especial o lea los textos de Einstein como la verdad revelada. Para el teísta, la existencia de uno o varios dioses es algo más que una teoría, es un hecho, debe creer en ello independientemente de la ausencia de pruebas positivas al respecto y, en muchos casos, seguir una serie de preceptos decretados por los líderes de su iglesia o recogidos en algún libro sagrado (verdad revelada por dios, aunque, por lo visto, con fragmentos simbólicos).
La hipótesis de dios me parece respetable mientras sea tratada como eso, como una hipótesis (bastante inconsistente, por cierto), pero los teístas la llevan varios pasos más allá. Los creyentes de las distintas religiones existentes en la actualidad (y en el pasado) no creen en un dios hipotético, abstracto y filosófico, sino que dotan a ese dios de unos atributos arbitrarios, le atribuyen determinadas opiniones y siguen sus supuestas normas. Como decía Carl Sagan "la ausencia de prueba no es prueba de ausencia", pero tampoco lo es de presencia, tenemos los mismos argumentos para creer en el dios cristiano, el dios musulmán o los dioses hindúes que para creer en el espagueti volador o que el universo en el que vivimos lo carga a hombros un Titán ¿existe acaso alguna prueba que lo desmienta?.

lunes, 11 de mayo de 2009

Carl Sagan y el dios innecesario



¿De donde viene Dios? si decidimos que esta pregunta no tiene respuesta posible ¿por qué no nos ahorramos un paso y concluimos que el origen del universo es una pregunta sin respuesta? o si decimos que Dios siempre ha existido ¿por qué no ahorrarnos ese paso y conclir que el Universo siempre ha existido? No hay necesidad de una creación, siempre ha estado aqui. Estas no son preguntas sencillas, la cosmología nos pone cara a cara con los misterios mas profundos, con preguntas que en un tiempo solo tratabamos desde las religiones y la mitología.

sábado, 9 de mayo de 2009

La vida eterna


El ser humano se resiste a aceptar que la vida tiene una duración determinada y cada cultura ha ideado distintas respuestas para garantizarse la vida eterna, bien sea mediante la reencarnación o la resurrección. La reencarnación es defendida de forma prácticamente unánime por las religiones orientales como el hinduísmo, el budismo, el sijismo, el jainísmo o el taoísmo, así como por religiones tribales de África y Sudamérica, por algunas ramas del judaísmo como la cábala, las corrientes gnósticas de los primeros años del cristianismo, la mitología nórdica y varias corrientes filosóficas desde el mundo clásico hasta el presente. Si bien, cada una de estas religiones o filosofías presentan divergencias en cuanto a ciertos detalles de la reencarnación.

Las grandes religiones monoteistas, sobre todo el cristianismo y el islam, defienden la idea de la resurrección. Según el catecismo católico es el mismo Jesús el que resucitará en el último día a quienes hayan creído en él. (cf. Jn 5, 24-25; 6, 40) y hayan comido su cuerpo y bebido su sangre (cf. Jn 6, 54). Resucitarán todos los hombres que han muerto:"los que hayan hecho el bien resucitarán para la vida, y los que hayan hecho el mal, para la condenación" (Jn 5, 29; cf. Dn 12, 2). Todo esto ocurrirá el último día, el día del fin del mundo y lo más fascinante de la doctrina católica es que la resurrección no será solo en espíritu sino también en cuerpo. Tras la muerte las almas van al encuentro de Dios y permanecen a la espera de reunirse de nuevo con su cuerpo al que Dios habrá dotado de incorruptivilidad.

Reconozco que a mi me resultan igualmente inconsistentes la idea de la reencarnación y la de la resurrección del alma, ambas carentes de ningún tipo de evidencia y basadas únicamente en nuestro deseo de vivir para siempre, pero la idea de la resurrección del cuerpo me parece todavía más subrealista, si cabe. De hecho, es una idea tan extraña que hasta los propios católicos recogen en su catecismo que "sobrepasa nuestra imaginación y nuestro entendimiento; no es accesible más que en la fe" (es maravilloso como la fe lo soluciona todo tan facilmente). En todo caso, la idea de la vida eterna me plantea ciertas preguntas, como siempre, y estaría muy agradecido si algún creyente o entendido me diese alguna respuesta. Independientemente de si hablamos de reencarnación o resurrección ¿cuando empieza el proceso? Me pregunto si los Homo habilis ya tenían almas y si estas se han ido reencarnando hasta el presente o resucitarán el día del juicio final, ¿en que momento empieza a haber almas en la tierra? ¿con el primer individuo del género Homo o con alguna de las especies posteriores? ¿resucitarán los Homo antecessor o solo los Homo sapiens?. Teniendo en cuenta que según los cristianos solo resucitarán los que crean en Jesús y según los musulmanes solo los que siguen a Mahoma ¿que pasa con todos los humanos que murieron antes del año 33 o el 632?¿y con los 5 mil millones de personas que viven actualmente y el resto de generaciones anteriores que no son cristianos o musulmanes?. ¿Con que cuerpo se resucita?¿que aspecto tiene? por muy incorruptible que lo haga Dios algún aspecto tendrá que tener ¿será el mismo con el que se haya muerto? en ese caso el cielo y el infierno van a parecer Torrevieja en temporada baja. Según los cristianos Jesús resucito con sus heridas aún visibles ¿resucitarán las personas del mismo modo? no creo que sea agradable encontrarse a gente con miembros seccionados y cabezas reventadas.

Seguramente la mayoría de los creyentes en la resurrección se imaginan en "la otra vida" encontrándose con sus familiares y amigos, probablemente rodeados de nubes, viviendo en mansiones blancas y probablemente con alas también blancas en la espalda. Los creyentes mas cultos seguro que tienen una idea menos cinematográfica y mas filosófica, pero en cualquier caso todas las ideas que se tengan sobre la vida después de la muerte son imaginaciones y suposiciones basadas en la nada y existen tantas ideas sobre el "más allá" como personas estamos en el "más acá". El problema está en que a mucha gente se le esta enseñando a aceptar una vida (muy probablemente la única que van a tener) de resignación y sufrimiento (tan venerado por el catolicismo) o sacrificio (incluida la inmolación terrorista) en nombre de un Dios que, por lo que sabemos hasta el momento, no existe. Desde mi punto de vista lo mas sensato es que nadie se resigne a aceptar "lo que Dios le ha dado" e intentemos ser lo más felices posibles durante esta vida (la que seguro tenemos) y hacer lo más felices posible a los demás, porque ellos tampoco van a tener otra.

jueves, 7 de mayo de 2009

Judith Hayes (Escritora estadounidense)

"Si vamos a enseñar "la ciencia del creacionismo" como una alternativa a la evolución entonces, también deberíamos enseñar la teoría de la cigüeña como una alternativa a la reproducción biológica"

martes, 5 de mayo de 2009

Muchas preguntas y ninguna respuesta


La relevancia que pudiese tener la existencia de Dios va reduciéndose a la misma velocidad que avanza la ciencia. Muchas preguntas cuyas respuestas solo podían obtenerse recurriendo a la existencia de algo parecido a un dios han sido explicadas de forma satisfactoria mediante argumentos puramente racionales. Hoy en día sabemos que la gran variedad de formas de vida existentes en la Tierra y su aparente "diseño" pueden explicarse mediante la deriva genética, las mutaciones, la presión ambiental y la selección natural. Sabemos que los terremotos y erupciones volcánicas se deben a la tectónica de placas, que los supuestos "endemoniados" eran seguramente personas con un desorden neurológico o que las epidemias se deben a agentes infecciosos invisibles para el ojo humano sin la ayuda de un microscopio.

¿Qué ocurre con preguntas más metafísicas? ya sabemos que el ser humano proviene de una célula primigenia común de la que derivan todas las formas de vida actuales (prueba de ello es la universalidad del código genético) pero ¿para que estamos aquí? ¿cual es el sentido de nuestra vida? ¿nuestra conciencia puede trascender la vida de nuestro cuerpo? ¿porque sentimos emociones hacia otras personas? ¿como somos capaces de crear arte y emocionarnos con él?. Los creyentes se obstinan en responder a estas preguntas con la existencia de un dios que nos ha colocado en el universo con un objetivo concreto, con una misión ideada por él, que nos ha dado un alma que puede sobrevivir a nuestro cuerpo, nos ha dado vida eterna y la capacidad de crear, amar, odiar y sentir en general. ¿En que se basan para recurrir a esa respuesta? pues en que es lo que ellos quieren oír, no existe ninguna evidencia pero ¿a quien le gusta pensar que la vida tiene una duración limitada? ¿a quien no le haría ilusión pensar que su vida forma parte de un plan maestro de un ser omnisciente y omnipotente? Los seres humano tenemos esa necesidad de darle sentido a todo.

Creo que todos somos conscientes de la capacidad que tienen los animales para experimentar y expresar emociones. Aún recuerdo cuando un amigo mio fue de viaje y dejó a su perro en mi casa. El animal dejó de comer, casi no se movía, su expresión era de una tristeza equiparable a la que podemos identificar en una persona, sus ojos rojos, sus gemidos tristes... y también recuerdo su reacción cuando volvió mi amigo, el perro ladraba, saltaba, le cambió la cara y cualquiera identificaría su actitud como de "felicidad". Algunos animales son capaces de identificar situaciones de peligro, de adelantarse a los acontecimientos, de defender a su dueño de un ataque aunque no hayan sido nunca entrenados para ello. Obviamente nuestro cerebro es mucho mas complejo que el de otros animales y eso nos capacita para tener emociones mas elaboradas. La relación de las emociones con el cerebro parece estar fuera de toda duda.

Si poseemos una conciencia que trasciende a nuestro cuerpo ¿para qué crearía Dios todo un universo material infinitamente grande si nunca vamos a poder ni tan siquiera acercarnos a la estrella mas cercana? ¿Para qué nos dotaría de un cuerpo material imperfecto, susceptible de enfermedades, de malformaciones genéticas, de dolor físico, de abortos espontáneos, de aberraciones como el fetus in fetus o gemelo parásito? ¿para qué diseñar y crear un sistema bioquímico y celular tan complejo y que sin embargo comete errores que pueden dar lugar a enfermedades como el cáncer, enfermedades autoinmunes y degenerativas, síndromes genético como los de Down, Turner o Klinefelter?, ¿por qué pudiendo crear seres vivos de formas infinitamente diversas todos tenemos células que funcionan de forma esencialmente idéntica, con el mismo código genético en todos los seres vivos? ¿Por qué siendo el ser humano un ser tan especial para Dios y pudiendo haberlo creado de cualquier otra forma su cuerpo es tan similar al de los animales superiores, con simetría bilateral, un hígado, un cerebro, dos ojos, dos pulmones, un esqueleto interno, músuclos y otros órganos que funcionan esencialmente igual que en los animales? ¿Por qué crearía Dios el cuerpo si nuestra consciencia se debe a nuestra alma y el alma es independiente del cuerpo? ¿Por qué no se limitó a crear las almas? ¿Por qué algunas alteraciones en nuestro cerebro o el empleo de ciertos fármacos que afectan a su funcionamiento tienen como resultado alteraciones en nuestra personalidad y nuestras emociones si nuestros sentimiéntos se deben al alma y no a un cerebro complejo? y así una lista interminables de preguntas que los creyentes creen responder con Dios, sin embargo responderlas con Dios no se basa en ninguna evidencia y no ofrece ninguna explicación (que no sea arbitraria), más bien la respuesta de Dios solo plantea otra serie interminable de preguntas aún mas difíciles de responder. Dios no ofrece ninguna respuesta lógica a nada y si conduce a muchas preguntas incómodas para los propios creyentes.