En los evangelios se recoge la doctrina y los supuestos hechos de la vida de Jesús, incluyendo sus milagros. Los cristianos actuales reconocen cuatro evangelios, denominados según sus supuestos autores Mateo, Marcos, Lucas y Juan. La mayoría de cristianos cree que los evangelios han sido siempre los mismos y no se han parado nunca a pensar por qué son cuatro y no siete o uno, y por qué esos cuatro y no otros.
Durante los primeros dos siglos de cristianismo se escribieron numerosos “evangelios” o textos relatando la vida y mensaje de Jesús, y las distintas comunidades cristianas utilizaban distintas versiones y en número variable. Fue Ireneo de Lyon quien tuvo especial interés en que los evangelios fueran cuatro utilizando como principal argumento el texto que aparece en el Antiguo Testamento (Ezequiel 1, 4-12):
4. Yo miré, y vi un viento huracanado que venía del norte, y una gran nube con un fuego fulgurante y un resplandor en torno de ella; y de adentro, de en medio del fuego, salía una claridad como de electro.
5. En medio del fuego, vi la figura de cuatro seres vivientes, que por su aspecto parecían hombres.
6. Cada uno tenía cuatro rostros y cuatro alas.
7. Sus piernas eran rectas; sus pies, como pezuñas de ternero, y resplandecían con el fulgor del bronce bruñido.
8. Por debajo de sus alas, aparecían unas manos de hombre, sobre los cuatro costados; los cuatro seres tenían rostros y alas.
9. Sus alas se tocaban una a la otra, y ellos no se volvían cuando avanzaban: cada uno iba derecho hacia adelante.
10. En cuanto a la forma de sus rostros, los cuatro tenían un rostro de hombre, un rostro de león a la derecha, un rostro de toro a la izquierda, y un rostro de águila.
11. Sus alas estaban extendidas hacia lo alto: cada uno tenía dos alas que se tocaban entre sí y otras dos que les cubrían el cuerpo.
12. Ellos avanzaban de frente: iban adonde los impulsaba el espíritu, y no se volvían al avanzar.
Es por eso que cada evangelista tiene como símbolo en la iconografía cristiana un hombre, un león, un toro y un águila (ver imagen). Una vez más se intenta justificar la figura de Jesús como mesías forzando a posteriori el cumplimiento de profecías o textos del Antiguo Testamento.
En resumen, no fue hasta unos 200 años después de la muerte de Jesús que se comenzó a unificar la utilización de los cuatro evangelios canónicos (En el años 185 Ireneo de Lyon aún criticaba a las comunidades cristianas que utilizaban solo un evangelio o versiones distintas a los cuatro canónicos) y no es hasta finales del siglo IV (época en la que tuvieron lugar varios concilios con la intención de unificar la doctrina cristina) cuando se declara oficial el canon de cuatro evangelios. Parece por lo tanto que la elección de que textos son palabra de Dios y cuales no es una decisión de unos cuantos señores reunidos unos cuantos cientos de años después de la muerte de Jesús y aduciendo argumentos tan arbitrarios como el citado anteriormente.
Durante los primeros dos siglos de cristianismo se escribieron numerosos “evangelios” o textos relatando la vida y mensaje de Jesús, y las distintas comunidades cristianas utilizaban distintas versiones y en número variable. Fue Ireneo de Lyon quien tuvo especial interés en que los evangelios fueran cuatro utilizando como principal argumento el texto que aparece en el Antiguo Testamento (Ezequiel 1, 4-12):
4. Yo miré, y vi un viento huracanado que venía del norte, y una gran nube con un fuego fulgurante y un resplandor en torno de ella; y de adentro, de en medio del fuego, salía una claridad como de electro.
5. En medio del fuego, vi la figura de cuatro seres vivientes, que por su aspecto parecían hombres.
6. Cada uno tenía cuatro rostros y cuatro alas.
7. Sus piernas eran rectas; sus pies, como pezuñas de ternero, y resplandecían con el fulgor del bronce bruñido.
8. Por debajo de sus alas, aparecían unas manos de hombre, sobre los cuatro costados; los cuatro seres tenían rostros y alas.
9. Sus alas se tocaban una a la otra, y ellos no se volvían cuando avanzaban: cada uno iba derecho hacia adelante.
10. En cuanto a la forma de sus rostros, los cuatro tenían un rostro de hombre, un rostro de león a la derecha, un rostro de toro a la izquierda, y un rostro de águila.
11. Sus alas estaban extendidas hacia lo alto: cada uno tenía dos alas que se tocaban entre sí y otras dos que les cubrían el cuerpo.
12. Ellos avanzaban de frente: iban adonde los impulsaba el espíritu, y no se volvían al avanzar.
Es por eso que cada evangelista tiene como símbolo en la iconografía cristiana un hombre, un león, un toro y un águila (ver imagen). Una vez más se intenta justificar la figura de Jesús como mesías forzando a posteriori el cumplimiento de profecías o textos del Antiguo Testamento.
En resumen, no fue hasta unos 200 años después de la muerte de Jesús que se comenzó a unificar la utilización de los cuatro evangelios canónicos (En el años 185 Ireneo de Lyon aún criticaba a las comunidades cristianas que utilizaban solo un evangelio o versiones distintas a los cuatro canónicos) y no es hasta finales del siglo IV (época en la que tuvieron lugar varios concilios con la intención de unificar la doctrina cristina) cuando se declara oficial el canon de cuatro evangelios. Parece por lo tanto que la elección de que textos son palabra de Dios y cuales no es una decisión de unos cuantos señores reunidos unos cuantos cientos de años después de la muerte de Jesús y aduciendo argumentos tan arbitrarios como el citado anteriormente.
Hay partes de tu comentario que son interesantes, ya que hablas de Ireneo como uno de los defensores de los cuatro evangelios,y es que Ireneo tenía razones para hacerlo. Él se esforzó por denunciar las peligrosas inexactitudes del gnosticismo, una forma apóstata del cristianismo. Se expresó denodadamente contra doctrinas erróneas en su obra: “La falsa gnosis desenmascarada y refutada”. El gnosticismo mezclaba la filosofía, las suposiciones y el misticismo pagano con el cristianismo apóstata, por lo que Ireneo emprendió una lucha contra las enseñanzas heréticas.
ResponderEliminarAunque hay personas que dicen que Ireneo promovió las doctrinas verdaderas de la fe cristiana, hay que recordar que él vivió en una época de cambios y durante la apostasía que se predijo que surgiría después de la muerte de los apóstoles. Por ello sus argumentos son algo vagos, hasta contradictorios en algunos casos.
El comentario que haces en el blog acerca de la interpretación del texto de Ezequiel con los cuatro evangelistas, carece de rigor bíblico y refleja la opinión de una persona, no la de las propias Escrituras.
Sobre la aceptación de los iconos entre los cristianos, The Encyclopaedia Britannica señala: “Durante los tres primeros siglos… no existió ningún tipo de arte cristiano; la iglesia se oponía a él con todas sus fuerzas. Clemente de Alejandría, por ejemplo, criticó el arte religioso (pagano) porque decía que animaba a la gente a adorar lo creado más bien que al Creador”.
¿Cómo, entonces, se extendió el uso de iconos? La misma enciclopedia aclara: “Más o menos por el siglo III empezó a usarse y a aceptarse en la iglesia cristiana un incipiente arte pictórico, pero no sin la oposición enconada de varias congregaciones. Fue solo cuando la iglesia se convirtió en religión oficial del estado romano, bajo el emperador Constantino en el siglo IV, que aparecieron pinturas en las iglesias, las cuales comenzaron, a partir de entonces, a echar raíces en la religiosidad cristiana popular”.
En cuando a qué libros tenían que aceptarse como los que componían el canon sagrado (para que estuvieran protegidos de enseñanzas apóstatas), hablas de que fue finalmente para el siglo IV, pero eso se refiere a la afirmación que hace la Iglesia Católica Romana con relación al Concilio de Cartago en el año 397 sobre qué libros tendrían que formar ese canon.
Lo cierto es que esa lista de libros que debe encontrarse en nuestras Biblias ya estaba fijada antes de finalizar el siglo II. Para ese tiempo ya se aceptaban los cuatro evangelios, Hechos y 12 cartas del apóstol Pablo. Sólo de algunos escritos más pequeños se dudaba en ciertas zonas. Esto probablemente fuera debido a que aquellos escritos no habían circulado mucho al principio, por lo cual les tomó más tiempo ser aceptados en el canon final.
Así lo corrobora el Fragmento Muratoriano. Lo confirma en el año 230 Orígenes y más tarde Atanasio, Jerónimo y Agustín.
Un repaso a los concilios que nos habla la historia, deja muchos interrogantes a la gente sincera que quiere conocer la verdad de las Escrituras.
Personalmente, uno de los que más me llamó la atención fue el de Nicea en el año 325, que fue presidido por el emperador Constantino para dirigir activamente las deliberaciones. Con relación al documento que se redactó en Nicea, la obra “Historia de la nación griega” señala: “Pone de manifiesto lo poco que le importaban a Constantino los asuntos doctrinales… su insistencia terca en restaurar la unidad de la iglesia a cualquier precio y, finalmente, su convicción de que como “obispo de los paganos” tenía la palabra final en todo asunto religioso”.
¿De verdad nos podemos creer que de aquellas reuniones se respetaran las Santas Escrituras?
Un saludo. Paco Martínez.
Esta claro que estás muy interesado en los textos cristianos. Supongo que cuando te refieres al cristianismo apóstata quieres decir herético. En cualquier caso ¿quién le da autoridad a Ireneo o a cualquier otra persona para decidir que versión del cristianismo es herejía y cual no? ¿cuales son los fundamentos objetivos por los cuales el Gnosticismo es menos cierto que el Arrianismo y este menos cierto que el Atanasismo? La cuestion de fondo no es si los textos oficiales son unos u otros o en que año se oficializó su utilización sino que en los primeros años del cristianismo existieron diversas doctrinas enfrentadas entre sí y la imposición de unas sobre otras se basan en quien tenia mas poder en ese momento que en argumentos razonables ¿a caso hay algo menos razonable que la Santisima Trinidad que finalmente se impuso al resto de teorias cristológicas y que nadie es capaz de explicar en una frase mínimamente inteligible?
ResponderEliminarIré por partes. A tu pregunta ¿quien le da autoridad a Ireneo o a cualquier otra persona para decidir que versión es herejía o no? Tengo la siguiente respuesta:
ResponderEliminarIreneo nació entre el año 120 y 140 y él mismo dice que en su juventud conoció a Policarpo (eslabón viviente entre ellos y los apóstoles). Parece que Ireneo se hizo amigo de Florino mientras aprendía bajo la tutela de Policarpo, quien había explicado extensamente las Escrituras y había recomendado con firmeza adherirse a las enseñanzas de Jesucristo y sus apóstoles. Sin embargo, a pesar de haber recibido aquel excelente adiestramiento, Florino se desvió a las enseñanzas de Valentín, el líder más prominente del movimiento gnóstico.
Ireneo quería que su amigo y anterior asociado Florino volviera a la enseñanza bíblica sana, y deseaba rescatarlo del valentinismo. Aquello lo llevó a escribir una carta a Florino y decirle: “Esas doctrinas, Florino… no son de sano entendimiento, esas doctrinas no son consecuentes con la iglesia y envuelven la mayor impiedad a los que la siguen…”
En un esfuerzo por recordarle a Florino el excelente adiestramiento que había recibido a los pies de Policarpo, Ireneo siguió diciéndole: “Recuerdo los sucesos de aquellos tiempos... Policarpo mencionaba su relación como de familia con Juan y con los demás que habían visto al Señor, también que solía relatar las palabras de ellos”. Más adelante le recuerda que Policarpo “enseñaba lo que había recibido de testigos oculares de la Palabra de vida y había relatado todo EN ARMONÍA CON LAS ESCRITURAS”.
Este extracto de la carta que Ireneo escribe a su amigo Florino, carecería de valor si no fuera por el hecho de que, lo que Ireneo decía era consecuente con las Escrituras, que ya se aceptaban a finales del segundo siglo.
GNOSTICISMO: Los gnósticos creían en la bondad de todo lo espiritual y en la maldad de la materia. Ya que razonaban que la carne era invariablemente inicua, repudiaban el matrimonio y la procreación, a los que atribuían origen satánico. Algunos afirmaban que, como solo lo espiritual era positivo, no importaba lo que hicieran con el cuerpo, de ahí que sostenían que Jesús no vino en carne, sino en un cuerpo aparente (doctrina conocida como docetismo), pero contra este tipo de error ya había advertido el apóstol Juan. En la 2 Juan 7 leemos… “Porque muchos engañadores han salido al mundo, personas que no confiesan a Jesucristo como venido en carne. Este es el engañador y el anticristo”.
Tales opiniones dieron pie a conductas extremistas, fuese el ascetismo o la carnalidad. Para los gnósticos, la salvación provenía de la gnosis, o autoconocimiento místico, de forma que no había lugar alguno para lo revelado en las Santas Escrituras.
El arrianismo y el credo de Atanasio fueron de un tiempo muy posterior y la “mala hierba” ya se había infiltrado dentro de las enseñanzas puras que los cristianos debían defender y que se encuentran en la Biblia.
Como dije en el comentario anterior, Constantino presidió el concilio de Nicea en el año 325 y una de las cuestiones a debate fue la que planteó Arrio contra Atanasio o viceversa.
Los arrianos se aferraban a la doctrina de que Cristo el Hijo está subordinado a Dios el Padre, y es de una sustancia diferente, debido a que Cristo fue creado por Dios y así llegó a existir después de Dios”. Por su parte lo que Atanasio defendía era la “triple personalidad de un solo ser divino”, en la cual se dice que “Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo” están hechos de la misma sustancia, son coiguales y semejantemente increados y omnipotentes.
Te doy la razón, a medias, en el comentario final que haces. Yo, hubiera escrito esto: “Después de la muerte de los apóstoles, se fueron desarrollando diversas doctrinas enfrentadas entre sí y la imposición de unas sobre otras se basan en quien tenía más poder en ese momento que en argumentos razonables”.
Y a tu pregunta final, te diré: Estoy de acuerdo contigo, ya que en ningún lugar de las Escrituras se enseña la trinidad. Uno de los textos que más me aclaran esto es el que Jesús dice… “Respecto a aquel día y hora nadie sabe, ni los ángeles de los cielos, ni el hijo, sino solo el Padre” (Mateo 24:36) Si Jesús fuera Dios, ¿por qué dice que hay cosas que él no sabe?
Un saludo. Lamento si me extiendo demasiado. De todas formas repito que tengo un correo a tu disposición para “hablar” más extensamente y no “cargar” demasiado este blog. (pacomartinez1985@hotmail.com)
No te preocupes por cargar el blog, prefiero que el dabate este abierto a todo el mundo. De todos modos hay algo que nos va a impedir seguir la discusión y es que partes en todos tus razonamientos de un apriorismo que mi lógica no me permite compartir. Que las "sagradas" escrituras son literalmente ciertas y fuente fiable de datos históricos. Creer que el contenido de la Biblia es un relato fiel de la realidad es tan arbitrario como decir que Ulises cegó a un cíclope a su vuelta de Troya.
ResponderEliminarCiertamente Ulises nunca existió, simplemente.
ResponderEliminarPor el contrario, los relatos que contiene la Biblia nos hablan de personas, lugares y sucesos los cuales cuando se ha investigado sobre ellos confirma que no estamos hablando de mitología, como los relatos de la Odisea.
En el invierno de 1609 a 1610, Galileo Galilei dirigió al cielo el anteojo que acababa de fabricar y descubrió cuatro lunas que daban vueltas alrededor de Júpiter. Aquel hallazgo desbarató la idea, común en aquel tiempo, de que todos los cuerpos celestes giraban en torno a la Tierra. Años antes, en 1543, el astrónomo polaco Nicolás Copérnico había formulado la teoría de que los planetas describían órbitas alrededor del Sol. Galileo comprobó que esta era una verdad científica.
No obstante, para los teólogos católicos se trataba de una idea herética. La Iglesia había sostenido por mucho tiempo que la Tierra era el centro del universo. Aquella postura se fundaba en una interpretación literal de textos bíblicos que dicen que la Tierra está cimentada “sobre sus bases, y no vacilará por los siglos de los siglos”. (Salmo 104:5) Galileo tuvo que ir a Roma para comparecer ante la Inquisición, que lo sometió a un interrogatorio riguroso, lo obligó a retractarse de sus descubrimientos y lo puso en detención domiciliaria hasta el fin de sus días.
En 1992, unos trescientos cincuenta años después de su muerte, la Iglesia Católica reconoció al fin que, después de todo, la idea de Galileo era la correcta. Pero si él tenía razón, ¿estaba equivocada la Biblia?
Galileo creía que la Biblia era veraz. Cuando sus descubrimientos científicos contradijeron la interpretación común de ciertos versículos bíblicos, llegó a la conclusión de que LOS TEÓLOGOS no habían entendido el auténtico significado de los pasajes. Al fin y al cabo, “dos verdades no pueden contraponerse nunca”, escribió. Propuso la explicación de que los términos precisos de la ciencia no contradicen el lenguaje común de la Biblia. Pero los teólogos no se dejaban convencer. Insistían en que todas las afirmaciones bíblicas acerca de la Tierra debían tomarse al pie de la letra. Como consecuencia, no solo rechazaron los descubrimientos de Galileo, sino que también perdieron de vista el verdadero sentido de esas expresiones bíblicas.
En realidad, el sentido común debería dictar que cuando la Biblia habla de “los cuatro ángulos de la tierra”, no quiere decir que sus escritores entendieran que la Tierra era literalmente cuadrada. (Revelación (Apocalipsis) 7:1.) La Biblia está escrita en el lenguaje de la gente común, por lo que a menudo utiliza metáforas gráficas. De modo que cuando dice que la Tierra tiene “cuatro ángulos”, un “fundamento” perdurable, “pedestales” y una “piedra angular”, no está describiendo científicamente la Tierra; es obvio que está utilizando metáforas, como lo hacemos nosotros frecuentemente en el habla diaria. (Isaías 51:13; Job 38:6.) (Por ejemplo, hasta los astrónomos más literalistas hablan de la “salida” y la “puesta” de sol, aunque lo cierto es que solo se mueven en apariencia debido a la rotación de la Tierra.)
En su libro Galileo Galilei, el biógrafo L. Geymonat escribió: “Los teólogos de mentalidad excesivamente estrecha, que pretenden basarse en los razonamientos bíblicos para fijar límites a la ciencia, no hacen más que desacreditar a la Biblia misma”. Eso fue exactamente lo que hicieron. De hecho, fue la interpretación de los teólogos, no la Biblia, la que puso trabas irrazonables a la ciencia.
De igual modo, los fundamentalistas religiosos contemporáneos tergiversan la Biblia cuando insisten en que la Tierra fue creada en seis días de veinticuatro horas. (Génesis 1:3-31.) Esa opinión no concuerda ni con la ciencia ni con la Biblia. En las Escrituras, al igual que en el habla cotidiana, la palabra “día” es un término flexible que expresa unidades de tiempo de diversa duración. En Génesis 2:4 se engloba a los seis días creativos en un solo “día”. La palabra hebrea que se traduce “día” en la Biblia puede significar simplemente “un período largo”. De modo que no hay razón para mantener que los días creativos duraron veinticuatro horas cada uno. Al enseñar lo contrario, los fundamentalistas tergiversan la Biblia. (2 Pedro 3:8.)
A lo largo de la historia, los teólogos han distorsionado las Escrituras muchas veces. Veamos otro caso en los que las religiones de la cristiandad han tergiversado lo que dice la Biblia.
Sucede con frecuencia que las acciones de quienes alegan seguir la Biblia empañan la reputación del libro que afirman reverenciar. Muchos supuestos cristianos han derramado la sangre de sus semejantes en el nombre de Dios. Sin embargo, la Biblia insta a los seguidores de Cristo a “que se amen unos a otros”. (Juan 13:34, 35; Mateo 26:52.)
Algunos clérigos esquilman sus rebaños, sacándoles el dinero que con tanto esfuerzo han ganado, un proceder que difiere mucho de la instrucción bíblica: “Recibieron gratis; den gratis”. (Mateo 10:8; 1 Pedro 5:2, 3.)
Está claro que no se puede juzgar la Biblia por las palabras y acciones de quienes simplemente la citan o afirman vivir en armonía con ella. Por esa razón, la persona imparcial hace bien en averiguar por sí misma de qué trata la Biblia y por qué es un libro tan excepcional.
Un abrazo, amigo.
Entonces tu sabes que partes de la Biblia son verdades absolutas, cuales son metáforas y cuales son falsas... wow!
ResponderEliminarSabes con toda seguridad que Ulises es un ser mitológico, la guerra de Troya nunca tuvo lugar. Vaya... sabes mucho mas que bastantes arqueólogos. Las referencias a la guerra de Troya son tan recurrentes en el mundo clásico que muchos científicos estan convencidos de que se basan en una batalla real, obviamente mitificada en los relatos. En esos mitos se mencionan islas reales, ciudades reales, etnias reales y personajes mitificados que pueden tener origen en algun personaje real o no. Pero claro, Ulises nunca existio porque no existen las siernas, ni los cíclopes.
¿Noé es un personaje real o mitológico? ¿Abraham es un personaje real o mitológico? ¿Los angeles son reales o mitológicos? ¿y Moises? no hay ninguna referencia historica mas alla de la biblia, igual que no hay ninguna referncia historica sobre Ulises mas alla de los poemas épicos griegos. En el antiguo testamento Noé fabrica un arca donde mete a una pareja de cada especie para salvarse de un diluvio universal (wow, suena como a poema èpico griego) Moises lanza siente plagas sobre egipto, combierte el agua en sangre, un baston en serpiente, abre las aguas del mar rojo (wow, eso tiene mucho mas sentido que los cíclopes!). Tanto los poemas èpicos de la grecia clásica como los mitos hebreos tienen sus raices en la Edad de Bronce, son obras literarias primitivas y ninguna ofrece mas veracidad que la otra. Los Griegos y Romanos tuvieron durante siglos religiones basadas en esos poemas que tomaban como ciertos y los judios y sus religiones derivadas se basan en mitos similares.
Te has empeñado en que la Biblia es un texto veraz, no puedo hacer nada al respecto, si tu no puedes darte cuenta por ti mismo mediante la reflexión y el sentido común yo me rindo. Esas cosas tiene que verlas uno por si mismo, cuando uno se obceca en lo contrario no hay nada que hacer. Hasta la frase mas absurda de la biblia, el corán o la odisea puede tener sentido si uno se empeña en ello.
Te ha sobrado el “wow”. Pero en fin, amigo, ya veo que hablamos lenguajes distintos. Te hablaría con mucho gusto de Abrahán, de los ángeles, de Moisés, de Noé y de la edad de bronce, pero parece que este no es el lugar adecuado, ni a ti parece que te importen demasiado estos temas para hablarlo con el respeto que se merece.
ResponderEliminarUn placer.
Pido disculpas si no escribo todos los comentarios en tono académico, en cualqier caso no entiendo los wow como algo irrespetuoso, pero en fin, cada uno tenemos sensibilidades diferentes. Y te aseguro que el tema si me importa, mas que importarme me preocupa profundamente (Sobre todo si me ibas a decir que Abraham y Noé son personajes reales).
ResponderEliminarNo voy a continuar en este diálogo ya que para ti “la reflexión y el sentido común” solo lo tienes tu. Pero bueno, esto es responsabilidad de cada cual. Me quedo con la mía y te deseo lo mejor.
ResponderEliminarDe todas formas, aprovecho para decirte algo sobre Abrahán por si te interesa.
A principios del siglo XIX el teólogo luterano Peter von Bohlen alegó que Abrahán era un mito y que el relato de la invasión de Kedorlaomer no tenía fundamento histórico. Además, el profesor Julius Wellhausen declaró: “No logramos ningún conocimiento histórico de los patriarcas”. Sugirió: “Con mayor probabilidad pudiera considerarse [a Abrahán] una creación libre del arte inconsciente”.
Teólogos ingleses siguieron la dirección de sus colegas alemanes. “Los grandes cuentos patriarcales del libro de Génesis son prehistóricos, y no encierran más verdad histórica que los cuentos del [...] rey Arturo”, escribió el clérigo Stopford Brooke en su libro The Old Testament and Modern Life. “De [...] Génesis [...] lo que obtenemos es solo un cuadro fragmentado y torcido de la vida y el carácter del patriarca que nos interese”, escribió John Colenso, obispo anglicano de Natal, que en el pasado fue colonia británica. Añadió: “No se puede confiar implícitamente en ninguno de estos registros”.
Ese tipo de crítica se esparció como gangrena. (2 Timoteo 2:17.) Hoy son millones los miembros de las iglesias que ya no toman en serio la vida de los patriarcas. Sin embargo, para vergüenza de los teólogos de la cristiandad, ciertos ateos ahora dicen que la crítica que se levantó contra la Biblia ha ido demasiado lejos. Por ejemplo, Bol’shaia Sovetskaia Entsiklopediia (Gran Enciclopedia Soviética) dice: “En los últimos años se han reexaminado a la luz de nueva investigación algunas alegaciones de la crítica de la Biblia, especialmente por datos de la llamada arqueología bíblica. Parece que algunas tradiciones bíblicas que se habían considerado mitos [...] tienen base histórica”. Nota algunos:
Según la Biblia, Abrahán se crió en la ciudad de “Ur de los caldeos”. (Génesis 11:27-31; 15:7.) Por siglos la ubicación de Ur fue un misterio. Los críticos creían que aquella ciudad, si alguna vez había existido, era un lugar insignificante y atrasado. Entonces, para vergüenza de ellos, unas ruinas entre Babilonia y el Golfo Pérsico fueron identificadas definitivamente como las de Ur. Miles de tablillas de arcilla desenterradas allí revelaron que Ur había sido un centro de comercio mundial y había tenido una gran población cosmopolita. En los tiempos de Abrahán, la ciudad hasta tenía escuelas donde los niños aprendían a escribir y llevar cuentas.
Además, excavaciones en Ur revelaron que los arquitectos de aquel lugar habían usado la columna, el arco, la bóveda y la cúpula. Los artesanos de Ur producían adornos enjoyados, arpas de elaborado diseño y dagas con hojas de oro puro. En varios hogares los arqueólogos desenterraron cañerías de arcilla horneada que descendían a grandes fosas de desagüe que tenían 12 metros de profundidad.
Estos hallazgos hicieron que muchos eruditos vieran a Abrahán desde un nuevo punto de vista. “Pensábamos que Abrahán era un simple morador de tiendas, y hallamos que pudo haber vivido en una refinada casa de ladrillos urbana”, escribió sir Leonard Woolley en su libro Digging Up the Past. “Abrahán —declaró el arqueólogo Alan Millard en su libro Treasures From Bible Times dejó aquella ciudad avanzada, con toda su seguridad y comodidad, ¡para estar entre los despreciados nómadas!”
¿Qué se puede decir de la victoria de Abrahán sobre Kedorlaomer, rey de Elam? A principios del siglo XIX se sabía poco de los elamitas. Los críticos de la Biblia rechazaban la idea de que Elam hubiera ejercido influencia en Babilonia, mucho menos en Palestina. Ahora los elamitas presentan una apariencia diferente. La arqueología los revela como una poderosa nación guerrera. La Funk & Wagnalls Standard Reference Encyclopedia dice: “Los elamitas destruyeron la ciudad de Ur alrededor de 1950 a.C. [...] Después ejercieron mucha influencia en los gobernantes de Babilonia”.
Además, se han hallado los nombres de reyes elamitas en inscripciones arqueológicas. Algunos empiezan con la expresión “Kudur”, similar a “Kedor”. Una de las diosas elamitas principales era Lagamar, similar a “laomer”. Por eso, fuentes seglares aceptan ahora a Kedorlaomer como gobernante histórico, y su nombre probablemente significa “Siervo de Lagamar”.
Ciertas inscripciones babilonias contienen nombres como los de tres de los reyes invasores... Tudhula (Tidal), Eri-aku (Arioc), y Kudur-lahmil (Kedorlaomer). (Génesis 14:1.) En el libro Hidden Things of God’s Revelation, el Dr. A. Custance añade: “Además de estos nombres había detalles que parecían referirse a sucesos en Babilonia cuando los elamitas establecieron su soberanía sobre aquel país. [...] Estas tablillas concordaban tanto con las Escrituras que los representantes de la alta crítica se apresuraron a atacarlas e hicieron cuanto pudieron para deliberadamente restarles importancia”.
En Karnak (la antigua Tebas), situada a orillas del Nilo, hay un enorme templo egipcio en cuya pared S. aparece una inscripción que confirma la campaña del rey egipcio Sisaq (Sesonq I) en Palestina, mencionada en 1 Reyes 14:25, 26 y 2 Crónicas 12:1-9. El relieve gigantesco en el que se narran sus victorias muestra a 156 prisioneros de Palestina maniatados, cada uno de los cuales representa una ciudad o aldea, cuyo nombre aparece en caracteres jeroglíficos.
Entre los nombres identificables se cuentan los de Rabit (Jos 19:20), Taanac, Bet-seán y Meguidó (donde se ha desenterrado una porción de una estela o pilar inscrito de Sisaq) (Jos 17:11), Sunem (Jos 19:18), Rehob (Jos 19:28), Hafaraim (Jos 19:19), Gabaón (Jos 18:25), Bet-horón (Jos 21:22), Ayalón (Jos 21:24), Socoh (Jos 15:35) y Arad (Jos 12:14). EN ESTA RELACIÓN INCLUSO SE MENCIONA EL “CAMPO DE ABRÁN” COMO UNA DE SUS CAPTURAS, LO QUE CONSTITUYE LA REFERENCIA MÁS ANTIGUA A ABRAHÁN EN LOS REGISTROS EGIPCIOS. También en esta zona se encontró un monumento de Merneptah, hijo de Ramsés II, que contiene un himno en el que aparece la única mención del nombre Israel en textos egipcios antiguos.
Pero la prueba más firme, para mí, de que Abrahán realmente existió es el testimonio de las propias Escrituras. Ya sé que esto no es razón válida para ti, pero para otras personas sí lo fueron.
Isaías, Jeremías y Ezequiel, fueron profetas que hablaron de Abrahán como persona real, y el más sobresaliente de todos, Jesucristo, también habló de él. “‘Si son hijos de Abrahán, (dijo a los judíos que no le creían) hagan las obras de Abrahán”. (Juan 8:39)
Repito, te deseo lo mejor y estaré a tu disposición en pacomartinez1985@hotmail.com
Un saludo.
Gracias por tu aportación, la encuentro muy interesante, aunque sigue sin parecerme un argumento para justificar la veracidad de la Biblia. No me parece suficiente porque existen estudios arqueológicos e históricos similares para justificar la base real de textos como la Iliada o la Odisea. Podriamos por lo tanto decir que Aquiles y Hector son personajes reales porque en la Iliada se mencionan lugares reales como Creta, Chipre o Atenas. Ulises también debe ser real porque en la Odisea se nombran lugares como Ítaca o Esparta. Menelao también debio ser un personaje real ya que es rey de Esparta, una ciudad real, y se menciona a los fenicios, un pueblo real...
ResponderEliminarNo pretendo ofenderte pero cuando uno investiga algo, como por ejemplo las sagradas escrituras, no puede partir de una opinión a priori y ver en cada indicio la prueba de que todo lo que pone en la biblia es cierto (algo que crees de antemano). ¿Existió la ciudad de Ur? seguramente si, ¿significa eso que existio Abraham? lo dudo, y en el caso de que hubiese sido un personaje real ¿significa eso que hablo con Dios? tendria la misma base cientifica pensar eso que pensar que Aquiles era hijo de la ninfa Tetis solo porque Esparta y Atenas son ciudades reales. Algún día con mas tiempo dedicare un post del blog a hablar sobre el paralelismo entre las investigaciones historicas basadas en la biblia y en poémas epicos griegos o sumerios. Mi opinión, a la vista de los datos de los que disponemos en la actualidad, es que todas esas obras (Antiguo Testamento, Odisea, Iliada, Poema de Gilgamesh) son naraciones mitológicas que recogen historias con una posible base real mucho mas antigua transmitida y mitificada a través de la tradición oral. Los paralelismos entre mitos del Antiguo testamento y mitos del poema de Gilgamesh son un buen indicio para pensar en ello.
Si de lo que hablamos es del Nuevo Testamento, entonces el problema nos lo presenta el Corán. El coran menciona personas reales y lugares reales además de ser mucho mas reciente que el evangelio y por lo tanto menos susceptible de haber sido modificado. No hace falta un gran trabajo arqueológico para identificar lugares y hechos reales narrados en el Corán. ¿Es eso una base racional o científica para creer que Mahoma subio al cielo en un caballo blanco y allí habló con Abraham y Jesús? Pues exactamente la misma base científica o historica como para decir que Jesús resucitó al tercer día o caminó sobre el agua. Me parece un hecho tan innegable que no creo que pueda ofender a nadie. Tu decisión de creer en la biblia como un relato veraz es eso "una decisión personal" sin mas bases históricas o reales que las que puede tener un musulman para creer que Mahoma viajo de forma milagrosa de La Meca a Jerusalen (dos ciudades reales, por cierto)
hola despredicador... creo que tienes excelente argumentacion para intentar explicarle a pacomartinez que la biblia no es un libro de historia, pero todo es vano si de entrada el cree que dios.... no existe ya ningun argumento que valga ..ya cualquier comentario sale sobrando... claro que la biblia esta llena de referencias de sitios reales y hechos ciertos pero si pudieramos extraer de la biblia todos los textos manipulados, los miticos, los doctrinales, los de alabanza, los de enseñanza, etc y quedarnos solo con los validamente historicos... tendriamos una biblia de 3 o 4 paginas.....
ResponderEliminarLa biblia no es histórica. No veo cuál es el problema con aceptar esto. Es una realidad meridiana. El solo registro fósil se la lleva en picada. Sólo mi opinión claro. Aprovecho para felicitar al propietario del blog, realmente excelente, así como a sus foristas, muy alturados (cosa que es difícil de encontrar en estos casos y con estos temas). Saludos.
ResponderEliminarSi con respecto a q la gente pese a los milagros asombrosos, no se asombraba, yo tambien me hize la misma pregunta, lo mas increible fue cuando despues q el murio, algunos muertos resucitaron, pero solo fue por poco tiempo y muy pocos reconocieron este hecho, es la pura realidad...asi es el ser humano, se deja llevar por forma y por el estatus quo...por eso con el tiempo esa nacion desaparecio, estaban sujetos a los romanos y los aceptaban....asi es el ser humano, prevalecio la mala fe de los sumos sacerdotes...solo la gente sencilla en su corazon, lo reconocio...Jesus, lo dijo....mi reino no es de este mundo...ah y el martirio de el el en la cruz fue espantoso...a mi me fascina el nuevo testamento...es lo unico q leo por q lo demas, casi no lo entiendo...no me extra;a para nada, para nada q muy pocos se asombraran...caifas y anas lo odiaban mas alla de cualquier miramiento, sub estimas el odio y la envidia...ademas no hay peor ciego q el q no quiere ver y hoy el ser humano sigue siendo asi...ni mas ni menos, en esa epoca, no habian medios de comunicacion, ni nada y si hy muchas incosistencias en el evangelioo, pero l q prevalece es su palabra...yo me deje de aplicar metodo cientifico a la biblia ya q muchas veces he sentido al espiritu santo q me guia, mas q todo cuando uno va a hacer algo incorrecto, saludos///el ser humano en su faceta ordinaria es fanatico...par ver el bien tiene q dejarse llevar, por su bondad
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