Extracto de un reportaje original en El País.com
El primer día de curso, el escritor Eduardo Soto acudió al colegio público El Carmen de Cuenca para matricular a su hijo en segundo de Primaria. Inscribió al niño en Alternativa -dos horas lectivas a la semana- y preguntó a la jefa de estudios: "¿Qué va a hacer mi hijo durante estas dos horas?". "Nada", fue la respuesta. El padre quiso saber más, pero la profesora le cortó: "No podemos hablarles de ninguna cultura religiosa, ni repasar asignaturas, ni abordar actividades que supongan un refuerzo académico porque lo prohíbe la ley. Por eso no hacemos nada. Lo ha decidido el claustro para evitar problemas".
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Es decir, estos niños están obligados por ley a salir de la clase en la que los otros escolares dan Religión y trasladarse a una sala con un profesor que no habla de ninguna materia porque de lo contrario -opinan los autores de la orden ministerial- les colocaría en situación de ventaja con respecto a los alumnos religiosos. Según el Ministerio de Educación, ésta es una buena fórmula para garantizar el derecho de los padres a que sus hijos no sean adoctrinados en una confesión religiosa. Pero muchos educadores consideran el modo en que se ha diseñado la alternativa como un disparate pedagógico.
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Es decir, estos niños están obligados por ley a salir de la clase en la que los otros escolares dan Religión y trasladarse a una sala con un profesor que no habla de ninguna materia porque de lo contrario -opinan los autores de la orden ministerial- les colocaría en situación de ventaja con respecto a los alumnos religiosos. Según el Ministerio de Educación, ésta es una buena fórmula para garantizar el derecho de los padres a que sus hijos no sean adoctrinados en una confesión religiosa. Pero muchos educadores consideran el modo en que se ha diseñado la alternativa como un disparate pedagógico.
Así nos va en este país...
ResponderEliminarsalu2.
Saludos desde www.lamujerdepurpura.com muy buen articulo, espero no se enojen si lo publico en mi blog, claro que haciendo referencia al suyo.
ResponderEliminarSaludos, muy buen blog.
Hola, creo que es una forma de presionar, que forma tan aberrante de perder tiempo valioso.
ResponderEliminarLo ideal sería que no se impartiera religión en la escuela.
saludos
La asignatura de religión debería desaparecer de los colegios de forma inmediata. Si unos padres desean adoctrinar a sus hijos en su fe religiosa son perfectamente libres de hacerlo en los centros de los que disponen las distintas iglesias y pagar los sueldos de los adoctrinadores con sus propios recursos y no mediante el uso de dinéro público. Un dato a tener en cuenta, en 1998 habia 22.827 parroquias en España frente a 21.198 centros de educación no universitaria. Para transmitir la religión ya estan las parroquias y la catequesis, no tengo nada en contra, pero la religión confesional debe quedar fuera de la educación reglada, sobre todo viendo las vergonzosas consecuencias a las que hace referencia el reportaje.
ResponderEliminarAcabo de llegar de Venus y estoy hecho un lío. Estoy buscando a Dios por todo el mundo para hablar con él, y de golpe y porrazo me encuentro con que hay personas que dicen que se trata de una invención (lo cual, admito, explicaría mi fracaso). Pero, ¿cómo se va a inventar un ser? ¿Acaso también es inventado Michael Jackson, Zapatero, Marta Sanchez o Cristiano Ronaldo?
ResponderEliminarLos terrícolas sois una rara especie.
La clase de religión es importante. siempre y cuando se entienda que en esta clase no se predica o profesa alguna religión en particular, sino que se explican diversas religiones de las diferentes culturas con el fin de crear cierto conocimiento al respecto de lo que es LA religión y no de lo que es UNA religión.
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