miércoles, 20 de abril de 2011

Conferencia de Sam Harris sobre religión - Parte I


Es un placer darles la bienvenida, en esta noche lluviosa, a la que es, inexplicablemente, la primera conferencia de Sam Harris en la ciudad de Nueva York, que es el lugar al que pertenece. No creo que Sam Harris necesite ninguna presentación para la mayoría de la audiencia, es el autor de "El final de la fe", "Religion terror" y "El futuro de la razón", un inesperado bestseller y su primer libro, por cierto, en el que desafía abiertamente uno de los más indiscutibles pilares de la cultura americana, aquel que dice que "la religión es una fuerza tan grande para el bien que debería estar exenta de la critica racional que aplicamos al resto de las principales instituciones sociales".

Antes de ceder el atril a Sam quiero decir que el turno de preguntas y respuestas se llevará a cabo mediante preguntas escritas en las tarjetas blancas ubicadas frente a sus asientos. Si se les ocurre alguna pregunta a lo largo de la conferencia, unos voluntarios se encargarán de recogerlas y las leeremos para que todo el mundo pueda escucharlas, leeré tantas preguntas como sea posible. Posteriormente Sam firmará ejemplares de su libro, que esta a la venta en la mesa situada a la derecha. Para terminar tengo una última cosa que decir, como sabéis el tiempo ahí fuera es muy desapacible, así que si algún rayo golpea este edificio o les alcanza al salir, les sugiero que sigan el consejo del inimitable Pat Roberson (famoso telepredicador fundamentalista) y pidan ayuda a Charles Darwin.  y ahora les dejo con Sam Harris.

Gracias Susan y gracias a todos por venir en esta noche lluviosa, también quiero agradecer al Centro para la Investigación y a la Sociedad para la Cultura Ética, me parece la combinación perfecta de dos organizaciones para ofrecer esta conferencia. Esta noche voy a hablarles acerca de las creencias, específicamente sobre el problema de las creencias religiosas. Nuestro mundo a sido dividido en comunidades morales, tenemos a cristianos frente a musulmanes frente a judíos. La mayoría de las personas del planeta organizan sus vidas bajo la premisa de que un dios ha escrito uno de sus libros. Tenemos acceso a esos libros y en ellos se realizan afirmaciones genuinamente incompatibles sobre la naturaleza del universo o sobre la disposición de ciertos territorios en oriente medio. Tenemos, literalmente, una mezcla de creencias del siglo I, o antes, con filosofía de la Edad del Hierro y tecnología destructiva del siglo XXI. Esta situación debería parecernos insostenible. Así que voy a decir cosas bastante desagradables sobre las creencias religiosas en la próxima hora. Quiero advertirles de que no pretendo ofender a algunos de ustedes, les aseguro que no es ese el objetivo. No voy a ser deliberadamente provocador, simplemente estoy preocupado, voy a expresar mis preocupaciones durante la próxima hora.

Soy consciente de que el 90% de nuestros vecinos, el 90% de los estadounidenses, creen en un dios personal. El 40% de los científicos creen en un dios personal, literalmente un dios que puede oír nuestras oraciones. Así que estoy convencido de que puedo ofender a alguien...

Entonces ¿que es una creencia? analicémoslo por un minuto. Las creencias son claramente una representación del mundo, pero son algo más, son de hecho una representación del mundo que realmente creemos que representa al mundo. Esa es la diferencia entre una creencia y una esperanza. Cuando esperas que algo sea cierto estás representando un posible estado del mundo. Cuando crees que algo es cierto estás intentando representar de la mejor manera posible la realidad con tus pensamientos. Esa es la razón por la que las creencias controlan nuestras emociones y nuestro comportamiento de una forma tan fuerte. Las creencias realmente forman parte de la maquinaria cognitiva que tenemos para generar expectativas acerca del mundo, expectativas acerca de como debe cambiar nuestro comportamiento ante sucesivas experiencias.

Si esto les suena muy abstracto, simplemente imaginen los cambios que se producirían en ustedes si un bombero entra aquí en este momento y dice que el edificio está a punto de derrumbarse. Son solamente palabras, es simplemente una frase, pero de darle credibilidad, de creer que son realmente ciertas, producirían un cambio completo en tu fisiología, tu neurología, en tu comportamiento, bastante rápido, y lo mismo haría cualquier otra proposición que tuviese un contenido igual de representativo. El hecho de creer que una proposición es cierta es lo que nos hace receptivos a su contenido, algo que de lo contrario se limitaría a una sucesión de palabras.

Pues bien, ¿qué es lo que creen nuestros vecinos?. El 22% de los estadounidenses afirman estar convencidos, literalmente seguros, de que Jesús va a descender de las nubes en algún momento dentro de los próximos 50 años, otro 22% cree que probablemente lo hará antes de 50 años, eso es el 44% del electorado. Por supuesto esta creencia no existe de forma aislada, no es una casualidad que el 44% de los estadounidenses también cree que el creador del universo literalmente prometió la tierra de Israel a los judíos, está entre sus atribuciones como agente inmobiliario omnisciente. Todas estas creencias están asociadas con otra enorme cantidad de creencias, como la obsesión por el fin de la historia, por la profecía apocalíptica. Estas creencias tienen consecuencias geopolíticas, no se limitan a lo que la gente cree los domingos. Realmente no es una exageración el decir que un 44% de los estadounidenses, si un día encienden el televisor y descubren que la nube de una gran explosión ha reemplazado a la ciudad de Nueva York, ellos verán una buena noticia en esta nube, porque para ellos será un portento que presagia la llegada del mejor acontecimiento que puede suceder, el regreso de Cristo.

Tomemos otra creencia, estamos inmersos en este debate sobre el diseño inteligente, la idea de que la maquinaria de las células vivas es tan compleja que no puede haber surgido mediante procesos naturales. Este asunto debería turbarnos seriamente, está realmente erosionando el prestigio de la ciencia en nuestra cultura. A vuestros hijos se les podría estar enseñando esta creencia como una ciencia en la clase de biología uno de estos días. Pero también es importante reconocer que hay un poco de despiste en este asunto porque el 44%, de hecho en la última encuesta era el 53%, algo así como la mitad de nosotros es creacionista, no es el diseño inteligente lo que les interesa, ellos creen que fuimos creados de barro con un soplo divino en algún momento de los últimos 6 mil años, ya saben, con Adan y Eva en el jardín del Eden con la serpiente parlante ofreciéndoles manzanas. Esta es literalmente su visión sobre la creación de nuestra especie.

Tomemos otra creencia, que realmente debería resultarnos solo una curiosidad hasta que vemos sus consecuencias en el mundo. Se trata de la idea católica de que el uso de condones es de algún modo inmoral. Esta sería una idea genuinamente irracional, les aseguro que los poderes del cerebro humano son insuficientes para ofrecer un buen argumento en favor de esta idea. Pero situémosla en el África subsahariana, donde literalmente millones, entre 3,5 y 4 millones de personas mueren cada año por la expansión del SIDA. Y lo que tenemos allí son sacerdotes católicos que predican la inmoralidad del uso del condón a personas cuya única información sobre los condones proviene de esos sacerdotes. Me parece que el tiempo de respetar este tipo de ideas pasó hace mucho tiempo, se trata de una estupidez genocida. Es el tipo de negligencia criminal que no permitiríamos en ninguna otra institución. Pero el Vaticano no puede ser criticado en la medida en que debería serlo, solo porque es el Vaticano, y existe el tabú general acerca de criticar la fe religiosa. 

2 comentarios:

  1. Este sitio da asco de Fanatismo Ateo. Quieren que el mundo sea Ateo...y eso me da tanta pena como ver las religiones peleando por el primer puesto, o por la propiedad de la Verdad.

    No al Fanatismo y sí a la tolerancia.

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    1. De pequeño era católico, con el tiempo comencé a dudar de la fe, posteriormente luego de un proceso de introspección terminé reconociendome a mí mismo como ateo. Al principio en forma privada, poco a poco comencé a expresarlo, Al vivir en una sociedad escencialmente católica, Declarar el propio ateismo tiene un costo, y no es bajo.
      Poco a poco empiezo a ver lo que plantea Sam Harris, como cierto, la tolerancia religiosa siendo el discurso políticamente correcto da lugar a un tabú que impide discutir correctamente temas que son fundamentales. Tienen que ser discutidos. callarlos es solo avivar el fuego de una olla de presión social que en algún momento va a estallar. Esta discusión debe ser hecha sí con moderación y respeto, las ideas tardan tiempo en cambiar aún cuando en algún punto hayamos reconocido nuestro error previo. Lo se por experiencia propia. Pero no por ello debemos dejar de discutir la veracidad de las afirmaciones dogmáticas.

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