miércoles, 10 de noviembre de 2010

¿Hasta cuándo? - por Fernando Savater


Tribuna de Fernando Savater en "El País", se puede decir más alto pero no más claro:

"Han preferido el deshonor a la guerra y ahora tendrán el deshonor y la guerra", dijo Churchill en una ocasión famosa; podríamos parafrasear sus palabras para aplicarlas a las circunstancias de la visita de Benedicto XVI a España: nuestras autoridades renunciaron al laicismo democrático para no pasar por anticlericales y ahora se ven sin dignidad laica y encima tachadas de anticlericales por el beneficiario de su abandono de los principios.

¿Acaso aún no han aprendido que la Iglesia es insaciable y se toma todas las concesiones sin agradecimiento por lo que se le da y con aire ofendido por lo que aún se le niega? En eso se parece mucho a los nacionalismos... a los que tanto debe y que tanto le deben.

El Papa denuncia el terrible laicismo de España no solo a pesar de que recibe en su viaje la pleitesía exagerada de todas las autoridades civiles, no solo pese al financiamiento y privilegios fiscales de la Iglesia, no solo a pesar de que se mantiene el concordato de origen franquista que impone la presencia clerical en la educación y hasta en el ejército, sino por los terribles agravios y la "persecución" que sufre por parte de un Parlamento que legisla sobre el aborto o sobre el matrimonio homosexual sin obedecer al clero y que hasta pretende sustentar una asignatura de educación cívica que no cuenta con el níhil óbstat episcopal.

Para el Papa, estamos como en el año 36 y de ahí a quemar iglesias solo hay un paso. Por lo visto, ni siquiera 40 años de franquismo bajo palio nos autorizan a emanciparnos un poquito de una institución que tan eficazmente ha trabajado por perpetuar el atraso intelectual y la falta de libertades políticas en nuestro país desde comienzos de la modernidad.

Se ha puesto de moda proclamar al inquisitorial Ratzinger nada menos que como una cima de sabiduría insuperable. Para diversos opinadores mediáticos que probablemente no han leído tratado metafísico más profundo que ¿Quién se ha llevado mi queso?, es el primer intelectual europeo, mundial, universal, no inferior en méritos a sabios de la altura de Rappel o Belén Esteban.

Destaca precisamente en teología, una de las ciencias más útiles y con mayor futuro, la única que inventa su objeto mientras dogmatiza sobre él. Por eso puede establecer con especial autoridad la relación entre verdad y libertad. Porque la verdad no es una función que se alcanza a través de la razón que observa, experimenta y deduce, sino la revelación que llega por la boca del que habla desde la infalibilidad. ¡Abajo el relativismo, escuchemos al Absoluto! Y la libertad,claro, es la de obedecer no a humanos vulgares y a las leyes por ellos consensuadas, sino a quienes representan e interpretan el poder de lo sobrehumano...

A algunos de nuestros políticos -no olviden sus nombres a la hora de votar- les encanta que por fin las cosas se pongan así de claras, contra la falta de valores y confusión en que chapoteamos. Además, parece que cuenta con beneficios electorales, de modo que bendito sea Dios.

Por si fuera poco, el Papa merece los máximos honores porque se trata nada menos que de un jefe de Estado. ¡Y menudo Estado, a fe mía! El único de la Europa actual que abiertamente no respeta quisquillosos derechos humanos como la libertad religiosa, la igualdad de sexo para optar a cargos públicos y otras menudencias democráticas semejantes. Es un Estado tan original y único en su género, prueba de la especial protección divina que lo ampara, que se parece mucho más a las teocracias de otros lugares del mundo que a los impíos regímenes laicos que le rodean. El Vaticano es una especie de Arabia Saudí pero decorada por Miguel Ángel y Rafael, lo cual es una gran mejoría estética, aunque en cambio representa poco avance político.

Evidentemente, el gran problema religioso y la mayor amenaza para las libertades públicas en España lo representan las mujeres que llevan velo islámico, no el ver a nuestros representantes electos mostrar todo tipo de deferencia y reconocimiento moral al gobernante de ese Estado modélico... que por lo visto ejemplifica las raíces de la Europa democrática mejor que tanto laicismo y tanta ciencia sin trascendencia como vemos por ahí.

Pese a los menguados coros y danzas que han acompañado la visita papal a Santiago y Barcelona, indudablemente fervorosos (en televisión una señora confesaba: "Se me puso tal nudo en la garganta que no podía ni sacar fotografías"), lo cierto es que las prácticas católicas no dejan de disminuir en nuestro país. ¡Pero si ya incluso hay más matrimonios civiles que eclesiásticos...!

De modo que parece llegado el momento de, sin ofender a los católicos, no agraviar tampoco a quienes no lo somos y a quienes siéndolo comparten con nosotros el deseo de un Estado realmente laico, en el que la religión o la falta de ella sean un derecho de cada cual pero no una obligación de nadie... y mucho menos de las instituciones que son de todos y para todos.

Por eso, es necesaria y urgente una ley de libertad religiosa a la altura de nuestra realidad social y del siglo en que vivimos. Para que los creyentes puedan ejercer a título personal su religión al modo que prefieran, siempre que no conculquen las leyes civiles... y, sobre todo, para que los no creyentes o los que creemos otras cosas no tengamos forzosamente que sentirnos avasallados por la fe de nadie."

Fernando Savater es escritor.

8 comentarios:

  1. Enorme Savater en esta ocasión. Poco se puede añadir.
    Durante ocho años viví en España, hace un año regresé a Colombia y la verdad es que la iglesia campa a sus anchas en un estado que de laico poco. De hecho hasta 1994 fuimos constitucionalmente el pais del sagrado corazón.
    Pero bueno, no es sólo la iglesia: Los brujos, la homeopatía e incluso conceptos tan primitivos como la generación espontanea de vida siguen vigentes en las masas.

    ResponderEliminar
  2. Lo que me preocupa es:

    Para este hombre la España republicana era mala. Y la actual, tambien.

    ¿Está diciendo que la España franquista era buena?

    ResponderEliminar
  3. Pues lo diga o no lo diga resulta evidente que para el líder de la Iglesia Católica la dictadura de Franco era necesariamente buena ¿Qué otra cosa puede opinar el Sr. Ratzinger sobre un régimen en el que la organización que dirige era hegemónica en todos los aspectos de la vida pública y privada? ¿Acaso los jerarcas católicos nombrados y reconocidos por el Vaticano no participaban de forma activa en las políticas autoritarias de la dictadura? ¿Es qué podían hacerlo sin el visto bueno de su monarca absoluto e infalible al que deben obediencia?.

    Lo que pasa es que la estrategia actual de la Iglesia Católica es actuar como si aquella época nunca hubiesen existido, simplemente no se menciona, no ha pasado, nunca ocurrió, tal vez así la gente lo olvide, y mucho me temo que en eso han tenido bastante éxito.

    ResponderEliminar
  4. Hola!

    He incluido tu blog en la Central Escepticismo. Es un sitio donde están reunidos todos los mejores blogs sobre ateismo, blasfemias y escepticismo. Es un tipo de FEED coletivo, en el cual las actualizaciones son fácilmente accecibles a todos los lectores.

    Caso a ti te apetezca, hagamos una divulgación mutua de nuestros banners.

    gracias,
    Central Ceticismo (desde Brasil)
    http://centralceticismo.blogspot.com

    ResponderEliminar
  5. El hecho de separar la iglesia del Estado y que haya libertad de cultos no le cambia mucho a la iglesia. Acá en Uruguay hace muuuuuuuuucho que hay ambas normas y las religiones siguen campeando por todos lados, o sea que tampoco beneficia al ateismo, lo único que cambia es el aumento de libertad, pero decirse ateo ante los demás no es algo mayoritario ni de lo más común.
    No es un tema público. Saludos

    ResponderEliminar
  6. Solo hay que ver como avanza la sociedad desde que los valores católicos se han ido machacando.
    ¡Cada día estamos peor! ¡Vivimos en una sociedad superficial en la cual nadie es feliz! ¿Por qué sera?

    Pues por que nos estamos cargando nuestros origenes, nuestras raíces, nuestro todo, de una manera demasiado descarada como paso en la decada de los 30 por parte de la república.

    Saludos.

    Hablo desde:
    http://personasyopiniones.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  7. Hola Guille,

    Tengo algunas dudas con respecto a tu comentario ¿a qué valores católicos te refieres concretamente? ¿los valores católicos de los años 50? ¿lo valores católicos del siglo XVI? ¿los de la edad medía?, ¿cuales son tus varemos para medir la felicidad de la gente? ¿somos mas infelices ahora que en los años 50, el siglo XVI o la edad media?.

    Desde mi experiencia personal y la percepción que tengo de mi entorno, un entorno en su mayoría no religioso, te puedo decir que me considero una persona feliz y rodeado de personas felices, por lo tanto no veo la relación entre felicidad y valores católicos, bueno ni yo ni ningún estudio serio. Tu reflexión me resulta simplista e infundada, supongo que fruto de prejuicios propios de una persona educada de un modo dogmático.

    Seguramente compartamos algunos valores, la diferencia está en que es lo que usamos para fundamentar esos valores, tú a lo mejor piensas que no debes matar a otra persona por que lo dice un texto mitológico de oriente medio, yo comparto ese valor pero por empatía y sentido común (qué es lo que debió pensar la PERSONA que ideó el texto mitológico). Tú a lo mejor consideras inmoral el uso de métodos anticonceptivos por... este tema esta más difícil... ¿por que Dios dijo creced y multiplicaos? yo sin embargo no encuentro nada negativo en el uso de estos métodos, al contrario, considero que son tremendamente útiles y positivos, tener 13 hijos podría tener sentido en la edad medía, con unas tasas enormes de mortalidad infantil, pero ¿puede una persona sensata pretender que cada pareja del planeta engendre a 6, 9 o 15 hijos?, es simplemente insostenible, esa visión aberrante del sexo y la anticoncepción por parte de la iglesia ya se ha tratado en este blog:

    http://despredicador.blogspot.com/2009/05/n-22-el-sexo-y-la-anticoncepcion.html

    cosas similares ocurren con el divorcio, el aborto, el matrimonio homosexual, el sexo prematrimonial y otra serie de cuestiones sobre las que se puede discutir pero en las que resulta ridículo basar nuestra decisión en mitos y leyendas. Con respecto a este tema, utilizar la razón como base para nuestra moral y no supersticiones milenarias, te recomiendo el libro "The moral landscape" the Sam Harris. También me interesaría mucho conocer tu opinión sobre otros temas planteados en el blog que cuestionan la existencia de Dios y por lo tanto el basar nuestros valores en las leyes de un Dios inexistente.

    Gracias y un saludo.

    ResponderEliminar
  8. DEFENDAMOS LAS RAICES CRISTIANAS DE EUROPA LAICA: El cristianismo se inició como un movimiento laico. La Epístola apócrifa de los Hechos de Felipe, expone al cristianismo como continuación de la educación en los valores de la paideia griega, que tenía como propósito educar a la juventud en la virtud (desarrollo de la espiritualidad) y la sabiduría (cuidado de la verdad), mediante la práctica continua de ejercicios espirituales (cultivo de sí), a efecto de prevenir y curar las enfermedades del alma. El educador utilizando el discurso filosófico, más que informar trataba de inducir transformaciones buenas y convenientes para si mismo y la sociedad, motivando a los jóvenes a practicar las virtudes opuestas a los defectos encontrados en el fondo del alma, a efecto de adquirir el perfil de humanidad perfecta (cero defectos). __La vida, ejemplo y enseñanzas de Cristo coincide cien por ciento con el currículo y objetivo de la filosofía griega. Y por su autentico valor pedagógico, el apóstol Felipe introdujo en los ejercicios espirituales la paideia de Cristo (posteriormente enriquecida por San Basilio, San Gregorio, San Agustín y San Clemente de Alejandría, con el pensamiento de los filósofos greco romanos: Aristóteles, Cicerón, Diógenes, Isócrates, Platón, Séneca, Sócrates, Marco Aurelio,,,), a fin de alcanzar la trascendencia humana (patente en Cristo) y la sociedad perfecta (Reino de Dios). Meta que no se ha logrado debido a que la mitología del Antiguo Testamento, al apartar la fe de la razón, castra mentalmente a sus seguidores extraviándolos hacia la ecumene abrahámica que conduce al precipicio de la perdición eterna (muerte espiritual)__ Es tiempo de rectificar retomando la paideia griega de Cristo, separando de nuestra fe el Antiguo Testamento y su teología fantástica que han impedido a los pueblos cristianos alcanzar la supra humanidad. Pierre Hadot: Ejercicios Espirituales y Filosofía Antigua. Editorial Siruela. http://www.scribd.com/doc/33094675/BREVE-JUICIO-SUMARIO-AL-JUDEO-CRISTIANISMO-EN-DEFENSA-DEL-ESTADO-LA-IGLESIA-Y-LA-SOCIEDAD

    ResponderEliminar